Los días de lluvia y los posteriores no son jornadas comunes
para un gran grupo de vecinos afincados en la zona de 11 y 94, a metros de un
comedor comunitario que hace peripecias para darle de comer a los vecinos por
el estado en que se encuentran las calles.
El lugar y sus alrededores sufre la ausencia del Municipio
en todo sentido. La iluminación es escasa, la limpieza es nula, y las calles de
tierra que son mantenidas por los vecinos. El zanjeo es deficiente y por lo
general se desborda.
La mayoría de los vecinos que tienen la posesión de sus
terrenos afirman que esta situación los priva de tener un enganche a derecho
con la empresa EDELAP por lo que el tendido eléctrico en la zona es artesanal
si se quiere. Los camiones de basura no entran por esta situación y los
basurales afloran en 11, 12 y 13 en donde rebalsan los contenedores.
José Medina de uno de los comedores más importantes del
barrio dijo que “siempre estamos luchando con el barro y la lluvia que nos
azota. Mucha gente hace lo posible para retirar la vianda cuando llueve y los
días posteriores, es terrible, entrar y salir apra ir a trabajar”.
“Ante una emergencia es difícil el acceso de ambulancias, estamos
luchando por un barrio muy olvidado. Pedimos a el Intendente que camine por acá
así siente lo que es vivir en estas condiciones” dijo para finalizar el referente.