El Concejo Deliberante de nuestra ciudad aprobó ayer la adjudicación de la concesión del servicio de colectivos determinada por la licitación que llevó adelante el Municipio, aunque por iniciativa de un sector de la oposición condicionó la firma de los contratos a que las empresas acrediten la compra de 70 unidades cero kilómetro y se comprometan -cuando llegue el momento de renovar esos micros- a que sean de piso bajo para permitir el fácil acceso de personas en sillas de ruedas.
Tales exigencias fueron propuestas por los concejales José Arteaga, del denarvaísmo, y Julio Irurueta, del macrismo, y fueron acompañadas por el oficialismo, aunque ambos ediles de la oposición luego votaron en contra de que las concesiones sigan en manos de las empresas de transporte que actualmente explotan el servicio.
De acuerdo con los términos de la licitación del servicio convocada a principios de 2011 por la administración Bruera, el sistema de transporte de pasajeros en colectivos quedó dividido en cuatro áreas o zonas.
El área 1, que integran las líneas Norte, Oeste, 561 y 508, será explotada por la empresa Nueve de Julio. El área 2, compuesta por las líneas Sur y Este y las "nuevas-viejas" 520 y 506, quedarán bajo la concesión a la empresa Unión Platense; en tanto el área 3, con la línea Este, quedó en manos de la empresa Línea Siete. Por su parte, el área 4, que corresponde al servicio diferencial de la recuperada Línea 518, será explotada en conjunto por las tres empresas que intervinieron en la licitación, como ocurre en la actualidad.
DEFENSA Y CRITICAS
A través de los concejales Fabián Lugli y Valeria Amendolara, el bruerismo hizo una encendida defensa del proyecto oficial y en ese marco la presidenta del bloque bruerista dijo que el nuevo sistema es "un salto de calidad, porque mejorará en un 30% las frecuencias y recorridos y dará respuesta a demandas vecinales de muchos años". También intervino Enrique Caparelli, con chicanas al alakismo al señalar que por la falla del sistema de transporte en esa gestión comunal "todavía hay gente perdida que no sabe qué micro tomar".
Entre las críticas más duras al proyecto, en tanto, la edil de la Coalición Cívica Susana Sánchez dijo que la licitación había sido "a ciegas, sin un estudio técnico, porque es una réplica del que tanto criticó el bruerismo en épocas del gobierno alakista".
Desde el alakismo, Sebastián Tangorra hizo una larga exposición con ironías hacia el intendente Pablo Bruera, quien, según sostuvo el edil, "en su campaña electoral prometió que en 90 días iba a cambiar el SUT pero hoy lo repite, lo que quiere decir que todo lo que vociferaba eran artilugios de campaña electoral". También afirmó que el pliego de la licitación había sido hecho "por animales" y sostuvo que sus críticas no eran "ni por despecho ni revancha" sino por las irregularidades que dijo haber encontrado en el expediente.
Gastón Crespo, del Gen, por su parte, dijo que "el sistema de transporte que se está votando es inexplicable" e ironizó con "la casualidad de que las empresas que se presentaron a la licitación ganaron las líneas que ya venían explotando". El edil opositor sostuvo que "esto es una prórroga encubierta que compromete tres gestiones municipales futuras en un proceso poco serio y poco transparente".
También formuló objeciones el denarvaísta José Arteaga que insistió con reclamar la implementación de un sistema de tarjetas recargables, para "que no le roben el dinero a la gente como ocurre ahora con las tarjetas que se desmagnetizan".
Desde el partido que se referencia con el ex intendente de Morón Martín Sabbatella, el concejal Daniel Caferra, en tanto, dijo que la licitación "no había respetado el principio de igualdad de los oferentes".
Tales exigencias fueron propuestas por los concejales José Arteaga, del denarvaísmo, y Julio Irurueta, del macrismo, y fueron acompañadas por el oficialismo, aunque ambos ediles de la oposición luego votaron en contra de que las concesiones sigan en manos de las empresas de transporte que actualmente explotan el servicio.
De acuerdo con los términos de la licitación del servicio convocada a principios de 2011 por la administración Bruera, el sistema de transporte de pasajeros en colectivos quedó dividido en cuatro áreas o zonas.
El área 1, que integran las líneas Norte, Oeste, 561 y 508, será explotada por la empresa Nueve de Julio. El área 2, compuesta por las líneas Sur y Este y las "nuevas-viejas" 520 y 506, quedarán bajo la concesión a la empresa Unión Platense; en tanto el área 3, con la línea Este, quedó en manos de la empresa Línea Siete. Por su parte, el área 4, que corresponde al servicio diferencial de la recuperada Línea 518, será explotada en conjunto por las tres empresas que intervinieron en la licitación, como ocurre en la actualidad.
DEFENSA Y CRITICAS
A través de los concejales Fabián Lugli y Valeria Amendolara, el bruerismo hizo una encendida defensa del proyecto oficial y en ese marco la presidenta del bloque bruerista dijo que el nuevo sistema es "un salto de calidad, porque mejorará en un 30% las frecuencias y recorridos y dará respuesta a demandas vecinales de muchos años". También intervino Enrique Caparelli, con chicanas al alakismo al señalar que por la falla del sistema de transporte en esa gestión comunal "todavía hay gente perdida que no sabe qué micro tomar".
Entre las críticas más duras al proyecto, en tanto, la edil de la Coalición Cívica Susana Sánchez dijo que la licitación había sido "a ciegas, sin un estudio técnico, porque es una réplica del que tanto criticó el bruerismo en épocas del gobierno alakista".
Desde el alakismo, Sebastián Tangorra hizo una larga exposición con ironías hacia el intendente Pablo Bruera, quien, según sostuvo el edil, "en su campaña electoral prometió que en 90 días iba a cambiar el SUT pero hoy lo repite, lo que quiere decir que todo lo que vociferaba eran artilugios de campaña electoral". También afirmó que el pliego de la licitación había sido hecho "por animales" y sostuvo que sus críticas no eran "ni por despecho ni revancha" sino por las irregularidades que dijo haber encontrado en el expediente.
Gastón Crespo, del Gen, por su parte, dijo que "el sistema de transporte que se está votando es inexplicable" e ironizó con "la casualidad de que las empresas que se presentaron a la licitación ganaron las líneas que ya venían explotando". El edil opositor sostuvo que "esto es una prórroga encubierta que compromete tres gestiones municipales futuras en un proceso poco serio y poco transparente".
También formuló objeciones el denarvaísta José Arteaga que insistió con reclamar la implementación de un sistema de tarjetas recargables, para "que no le roben el dinero a la gente como ocurre ahora con las tarjetas que se desmagnetizan".
Desde el partido que se referencia con el ex intendente de Morón Martín Sabbatella, el concejal Daniel Caferra, en tanto, dijo que la licitación "no había respetado el principio de igualdad de los oferentes".