Fue una
iniciativa de la concejala del Frente de Todos, Yanina Lamberti, que habilita
la construcción de viviendas con «tierra cruda». Este método de construcción
milenario es más sustentable, remarcó la edil platense y agregó que: “será muy
importante para el acceso a la vivienda para un importante sector de la
sociedad”.
La iniciativa
cuenta con el aval del Laboratorio de Arquitectura y Hábitat Sustentable
dependiente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, y del Colegio de
Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito 1. “Celebramos la aprobación
del proyecto y consideramos que es un gran avance en cuanto al acceso de una
vivienda familiar para un importante sector de la sociedad, además amplía la
consagración del derecho a un ambiente sano”, sostuvo Lamberti.
“La construcción
en tierra cruda es uno de los métodos más ancestrales utilizados por el hombre
para construir sus hogares y uno de los menos contaminantes, sin embargo, se
encontraba prohibido en la ciudad de La Plata". Sus versiones más populares son el adobe y la
tapia. Ambos tienen elementos presentes esenciales para su fabricación tales
como la arena y arcillas, a las que se le agrega agua para hacer un barro
moldeable. Para aumentar el ligue, se pueden agregar ramas, paja e incluso
estiércol.
“La tarea
comunitaria y la accesibilidad de los sectores más humildes a los insumos
básicos para la realización de una necesidad y un derecho nos obliga a legislar
sincerando el actual marco normativo e instrumentando aquellos mecanismos que
habiliten el tipo de construcción natural en nuestra localidad”, expresó
Lamberti aludiendo a los diferentes talleres y experiencias comunitarias de
construcciones con tierra cruda.
Además, remarcó
los beneficios ecológicos y ambientales de este método de construcción, ya que
contribuye con la “reducción del extractivismo minero, la emisión de gases
efectos invernadero a la atmósfera durante todo su proceso de producción, el
consumo de combustibles fósiles y el gasto energético en los traslados, el
deterioro de las rutas y calles de la ciudad, la tala de árboles, entre otras
tantas ventajas». «También puede contribuir a lograr muy bajos niveles de
consumo de energía eléctrica y de gas natural en las viviendas construidas con
este método ancestral”, concluyó.