El joven trabajador tuvo el instinto de tirar las llaves y
su celular en la casa de la clienta cuando llegó a dejar el delivery, pero los
ladrones le robaron la moto igual.
Ocurrió este fin de semana en 23 entre 72 y 73, cuando Luis
un joven repartidor llegó hasta un domicilio para dejar un pedido. Al observar
que se le acercaban dos personas a bordo de una moto de 150 cilindradas, no
aportó más datos, “frenaron al lado de mi moto, yo me hice para atrás y revoleé
mi celular y llaves de la moto adentro de la casa de una clienta”
Pensando que así evitaría el robo del rodado el trabajador
tuvo una pequeña llama de esperanza que podría sortear el robo, pero luego descubrió
que no fue así: “Luego se sube a mi moto unos de los ladrones y se la llevan de
tiro”.
Ahora el pibe que ya no cuenta con su herramienta de trabajo,
que tanto le había costado comprar, la busca desesperadamente por redes
sociales. Claro está que el vehículo ya podría haber sido desmantelado o camuflado.