En la zona de barrio PAMI los frentistas ya
no saben más que hacer para que se haga una limpieza como corresponde de las
cloacas debido a los inconvenientes que se generan casi mensualmente cuando se
tapan las cloacas.
La esquina
de 75 y 117 es el fiel reflejo de lo que vienen padeciendo los frentistas del
lugar con desbordes dentro de sus hogares. En la intersección frente al Barrio
de los abuelos, debajo del pastizal un chorro de agua asoma y deja esparcir el
resultado de las cloacas.
Irma López,
mandó una foto de la puerta de su domicilio para mostrar el desborde de las
cloacas que tiene en el frente, pero remarcó que “adentro de casa ocurre
exactamente lo mismo, no se puede vivir más así”.
“Cada dos por tres se tapa, vienen lo limpian
y vuelve a circular, pero nunca se detienen a reparar el problema
definitivamente” resaltó la vecina.
Hace
exactamente un año, la misma situación se volvía a repetir en 75 y 117 donde
los operarios retiraron de allí grandes cantidades de ramas, hojas, bolsas de
basura, y arrastres que venían en el conducto cloacal, que hacía que los
desperdicios taponaron gran parte de los domicilios linderos.
La historia
se vuelve a repetir. Hace falta en principio que la empresa mantenga los
conductos en condiciones, algo que no ocurre porque se nota que existe algo que
provoca el taponamiento que no es retirado, y que el Municipio mantenga limpio
los espacios públicos hasta tanto se resuelva la situación.