Villa Elvira llora la partida de José Ramón Sagastume presidente del Club Circunvalación

 



Muy pocas personas pueden transformar la vida de una localidad y pasar desapercibidos. Hoy Villa Elvira sufre la partida de quien fuera por largos años el presidente del Club Circunvalación y un activo vecino de la localidad: José Ramón Sagastume.

Nacido en la ciudad de La Plata, José Ramón Sagastume se vino a vivir a Villa Elvira a mediados de la década del ’70, participando activamente en la vida institucional del barrio en el Centro de Fomento y Cultura Circunvalación, en el cual accedió a la presidencia en el año 2000, siendo este año reelecto para un nuevo período, difundió el Diario de Villa Elvira, en el año 2002.

 Casado con Luisa Beatriz Ancona fundó una muy linda familia. Tuvo sus hijos, Martín Ignacio y José Hernán, lo cual trajo aparejado la llegada de nietos que los acompañaron hasta sus últimas horas.

“Yo nací en La Plata, el 7 de agosto del año 1948 –nos señala Sagastume-. Hice la escuela primaria en Vieytes, partido de Magdalena, y luego volví a la calle 66 entre 11 y 12 en barrio Parque Saavedra. Ahí viví hasta el año 1976 que me mudé acá a Villa Elvira. La secundaria la hice en el Sagrado Corazón y estudié derecho en la Universidad Católica, recibiéndome en el año 1979. Actualmente sigo ejerciendo esta profesión”.

Sobre el aspecto del barrio por esos años, recuerda: “Hace 25 años esta parte de Villa Elvira estaba mas o menos igual. Lo que no había era gas, teléfono, no había cloacas... En esa época fue cuando se empezó a hacer el gas por ejemplo. Primero había venido la cloaca, después el gas y el mejoramiento de la iluminación y las calles. Toda esta zona la conocía como barrio Circunvalación. Anteriormente no había tenido mucho contacto con esta zona, ni novia tuve acá. Después cuando vengo y compro mi casa a la vuelta del club Circunvalación, empiezo a hacer amigos”.

Fue jugador en las inferiores de EDLP


Cuando llega al barrio, tenía unos 28 años y ya estaba casado. “Yo nací en un barrio –explica-. Allá en 66 y 11 teníamos el club Estrella de Oro, estaba Everton, Riachuelo. Cuando vine acá me empecé a juntar con amigos de la zona, a venir al buffet y todo eso. El club era nada más que la casa antigua con pisos de pinotea y la cancha de bochas al fondo. Había una cancha de básquet descubierta, pero ya no se practicaba más básquet, y en el fondo estaban los terrenos baldíos”.

Por el Club Circunvalación pasó gran parte de la historia de Villa Elvira


Circunvalación, como todo centro de fomento, era el lugar en donde los vecinos se juntaban para desarrollar actividades a favor del barrio. El espíritu de participación de Sagastume, lo llevó a acercarse al club. “Me sumo como socio y después, un poco por cuestiones de los caseros, del buffet, me fui interesando más. Estaba como presidente Pellegrini. Como yo era abogado, me consultaba algunas cosas de carácter jurídico cuando hubo que hacer los primeros contratos de las canchas de paddle. Así fue como uno se fue integrando a la vida del club. Pellegrini era el dirigente típico para el club de barrio. 



Tenía paciencia, un carácter firme en las determinaciones. Era un gran dirigente que podía ver cuando iba a crecer una institución y en que rumbo. No era apresurado, pero sí tenía firmeza en cada cosa que hacía. Por ese motivo fue uno de los presidentes de clubes que más tiempo estuvo en una institución: 15 períodos consecutivos. No debe haberse dado en ningún club de La Plata esta continuidad por parte de una misma persona. El grueso de todo el progreso del club se dio durante la presidencia de él”.

Por el año 1988 aproximadamente, había en los fondos del club un amplio sector todavía baldío, y las ansias de progreso cambiaron el viejo aspecto del club. “Primero se hizo un contrato con una persona que quería poner allí canchas de paddle en el fondo –recuerda Sagastume-. Se cobraba un canon y se había dado por cinco años. Después recibimos autos de donaciones y que se fueron sacando de la provincia en desuso. Ahí se vendieron algunos autos, se hicieron rifas y con eso se compró parte del parabólico grande. Este señor que tenía las canchas de paddle al fondo nos pide desarmar la cancha de bochas y utilizar el parabólico para poner dos canchas cerradas y hacernos la cancha de bochas nueva. Entonces se le renueva el contrato y se hacen cuatro canchas de paddle. Después se hace el último contrato el 30 de mayo del ’93 donde nos piden usar por diez años y nos techaban toda la parte del fondo. Así fue que quedó todo el terreno techado con cuatro canchas de paddle adentro”.

Afiliado radical, un político de raza, aquí en la Federación de Instituciones


Cuando la práctica del paddle empezó a decaer, quienes disponían del uso de las canchas no tenían capacidad económica para seguir trabajando, pero el club quedó todo techado. “Fuimos un poco los pioneros en firmar contratos con empresas privadas otorgando concesiones. Ya como presidente, hemos tratado de seguir mejorando las instalaciones. Primero que todo se terminó todo el piso de baldosas, se hicieron las parrillas para poder alquilar cuando nos piden salón y parrilla y ahora estamos haciendo un salón más  chico para 70 u 80 personas para utilizar para conferencias, charlas o simplemente como salón. Si un grupo de vecinos necesita reunirse con alguna finalidad, se le presta la sala. Si la Municipalidad, como lo ha hecho en muchas oportunidades, la necesita para formar consorcios o simplemente hacer reuniones grandes también está a su disposición la sala”.

Orgulloso del enorme progreso que evidenció Circunvalación en estos últimos años, Sagastume señaló en esa entrevista brindada en 2002: “La infraestructura que tenemos, incluidas las parrillas y los baños, nos pone a la cabeza de las instituciones que hay en la zona. Ahora estamos en la construcción de los vestuarios que es lo que nos falta abajo del nuevo salón”.

Con sus compañeros de la Tercera que Mata


Un  22 de diciembre del año 1927, se reúnen en la casa del Señor Gorostiague, en calle 5 entre 76 y 77, un grupo de vecinos  a fin de dejar constituida una liga de fomento y elegir sus autoridades. Después de un cambio de ideas, el señor Fidanza resolvió aceptar el nombre de Centro de Fomento y Cultura Circunvalación. Los vecinos que suscriben viven en el barrio comprendido por las calles 17 a 117 y de 72 a 80.

Sin dudas, el espíritu de aquellos días continúa. Las instituciones cumplen un rol fundamental en el crecimiento y progreso de un barrio y son sin dudas el fiel reflejo de éste. “Tenemos que distinguir dos cosas –explica Sagastume-, esto es un Centro de Fomento y fue fundado como Centro de Fomento. El fomentista tiene una visión distinta de lo que puede ser un club. El club ya tiene su finalidad deportiva. El fomentista no tiene que perder la visión para lo que fue fundado. La función social no es la misma. En un club la función social es participar en algún deporte, destacarse en algún deporte, ya sea fútbol o cualquier otro, pero circunscrito a eso. El Centro de Fomento tiene otra función social, es más amplia, mucho más amplia.   Esto es Centro de Fomento y Cultura, o sea que la finalidad mayor no es el deporte, sino hacer trabajo de fomentismo para el barrio, para eso fue creado. Si leemos los objetivos en el acta fundacional vemos que son hacer veredas, cruces de calles, ayudar al vecino que necesite.. En esa primer acta no se hablaba de deportes, sino que nace como respuesta a las necesidades que había en el barrio”.

Amigo de los amigos


A los 72 y con cientos de proyectos por delante, nos deja un a los vecinos de Villa Elvira con un sabor amargo de no poder contar más con su presencia pero igualmente José Ramón deja un gran legado de dirigentes y una noble familia que llevaron adelante su ejemplo.