“Estamos
cansados de llamar y llamar al 147 para que nos pongan tres lamparitas” se
quejan los frentistas de 118 y 90, que deben mantener las luces de sus casas
encendidas para iluminar el barrio.
No es un
caso más del 19 de febrero que es uno de los barrios más castigados si a
iluminación se refiere porque allí los vecinos se quejan constantemente de la
falta de iluminación, no solamente de las calles, sino de los cruces que deben
hacer para llegar a otros barrios.