Más de cien personas representado al Comité Popular de Villa Elvira, se manifestaron esta mañana en la rotonda de 7 y 90 para mostrarle al intendente, Julio Garro, la necesidad y la preocupación por la falta de apoyo de la Intendencia a través del Comité de Crisis.
Ya se avizoraba una postura tajante del
Ejecutivo comunal, cuando aparecieron los primeros y últimos chispazos al momento
de cerrar el 2020, con la actitud del secretario de coordinación general del Municipio,
Oscar Negrelli, quien abandonó una reunión que mantenía con los participantes
del Comité de Crisis general al grito de “nosotros no tenemos un Gobierno de
coparticipación” dejando a todos los presentes con la boca abierta.
Desde finales de diciembre, con la llegada
de las fiestas ya se empezó a rumorear que el Municipio había tomado una
postura rígida frente al Comité. No se realizaban desde noviembre los testeos ni
los programas DetectAr casa por casa.
La mercadería hacía seis meses que era escasa
y los alimentos frescos casi un 20% no servía para llevar a la mesa. La “tirantes”
fue notoria al punto de que Garro cada convocatoria a la mesa de debate la
posponía por meses.
Como se sabe, en Villa Elvira, gracias al soporte del Comité Popular y
del compromiso de aquellos que lo sostienen se pudo mantener un diálogo y un
canal de información abierto entre las ollas y los reclamos que se llevaron a
la mesa del Comité de Crisis en cada una de las reuniones que se desarrollaban
en el Club Villa Elvira de 120 y 75.
Allí prácticamente nunca hubo respuestas
favorables a las inquietudes presentadas por los representantes del Comité
Popular, la Iglesia, el Culto, la representación de Clubes y organizaciones
sociales. Por el lado del oficialismo estuvieron representados comúnmente por
el concejal y ex administrador comunal: Federico Molla.
Tomándose
más en mes sabátido, como se dijo el Municipio dejó de prestar colaboración a
los DetetAr, no aportó ni aporta información, medios, ni se pone al frente del
Plan de Vacunación, y retiró la ayuda alimentaria a más de 120 ollas populares
de la región.
Finalmente,
se hizo un ollazo popular marcando las ollas vacías en la región, se leyó un
documento redactando los temas antes descriptos y se hizo un corte parcial que
duró algunos minutos con reducción de la calzada y los participantes dejaron en
claro que éste es el principio de éste tipo de presentaciones hasta tanto “no
se avance en una solución”.