El muchacho
de la bici, aquel que pasó toda la pandemia casa por casa vendiendo churros con
su barbijo, sus guantes y el alcohol en spray, se llama Mariano, tiene 38 años,
es de Coronel Brandsen, y ante la falta de trabajo salió a vender churros por
Villa Elvira y Altos de San Lorenzo.
Es una
persona sumamente educada, servicial y en cada estrofa destaca su devoción
religiosa poniendo siempre la obra divina como su motor para salir cada día a
pedalear para ganarse la vida. Vende churros, bolas de fraile y se lo escucha
todas las tardes pasar por la puerta de las casas de la región.
Para que Mariano
pueda pasar por tu casa tenés que contactarlo a través del 2223527736, es el
número de WhatsApp, la característica inicial es de Brandsen, pero no es un
impedimento para poder agendarlo y pedir churros o bolas de fraile.
El vendedor
que viene desde Villa Montoro, pasa por Barrio Jardín y cubre el casco de Villa
Elvira y Altos de San Lorenzo de 72 a 80 y varios sectores más, contó que su
profesión siempre estuvo emparentada por la granja y su tarea se desarrolló por
años en una avícola.
Ya
establecido en Villa Elvira junto a su pareja que era viuda y madre de siete
niños, “yo pensaba que con ella y que tenía tantos chicos no me iba a
enganchar, pero encontré a una gran mujer. Tuvimos dos hijos más, es una
persona muy trabajadora y con la ayuda de Dios, pudimos avanzar con nuestra
casa, antes era de chapas, pero ya tenemos varias partes de material” contó.
Durante la mañana cocinan los dos enormes
canastos que Mariano sale a repartir de 14 a 19, y la gente lo puede distinguir
a la distancia porque viene con su silbato y al grito de churros por las calles
de la región. Ahora, seguramente a partir de ésta nota, muchos conocerán más de
él, se engancharán con su historia y sabrán que, avisándole por WhatsApp, lo
tendrán en su casa con los productos fresquitos.