Vecinos se sienten abandonados en el límite con Altos de San Lorenzo

 


Tanto para Silvia y para sus vecinos la palabra postergados tiene un gran significado en sus vidas puesto que llevan años reclamándole al Municipio una atención digna. Están sin recolección de residuos, falta de limpieza, las calles intransitables y además se les suma el problema de la luz.

En 96 de 11 a 13, las personas que allí habitan no saben más que hacer para sentirse escuchados por la administración que dirige Julio Garro. Silvia expresó su perplejidad a la falta respuestas: “la calle es de tierra y las mejoras que tiene fue escombro que le tiramos los vecinos. Que somos los mismos que limpiamos la mugre y las zanjas para que el agua vaya hacia el arroyo”.

Por allí circula otro de los brazos del Maldonado que de vez en cuando preocupa a los moradores por el gran caudal de agua que arrasa y que varios dolores de cabeza les trajo. La obra prometida se demoró y solamente se quedó en eso. Una promesa. Y un rezo para que no desborde.

Sobre la recolección definió Silvia que “entra el recolector, tenés que irte hasta la 13 para tirarla en el contenedor, es una mugre terrible y cuando llega el fin de semana se suman tres días sin recolección, sin contar los feriados, tiran de todo y el olor es terrible. A veces algún vecino se cansa del olor inmundo y le tira nafta y los prende fuego, es peor, no se puede respirar”.

“El tema de luz es un tema más que sufrimos – contó la vecina – los cortes son frecuentes, hemos perdido lo poco que podemos comprar por los golpes de tensión. Los inviernos y los veranos son terribles con los cortes” finalizó.