Tanto Carolina, como cientos de vecinos, se levantan cada
mañana con un olor nauseabundo que entra por sus ventanas y hacen que tengan
que vivir soportando la poca empatía de inescrupulosos vecinos que arrojan sus desechos
en la esquina 14 y 90.
No es un tema de nuestros tiempos, sino que la esquina de la
punta de la rotonda es un punto elegido por muy malos vecinos que se sacan la
basura de encima y se la arrojan a otros que deben convivir con el olor, los
desperdicios y las ratas.
“Llamé más de mil veces a atención al vecino, pero nadie da
respuestas” aseguró la enojada frentista que teme por las enfermedades y la
salud de otras personas que podrían estar en riesgo.
No solamente son improvisados “basureros comunitarios” que son
aquellos cartoneros que por unos pesos retiran la basura de las casas, han
llegado a asistir a barrios enteros como en 120 y 600 por la falta de
recolección, sino que los vecinos son testigos de automovilistas que pasan y
sin bajarse del auto sacuden la basura hacia la parva.
En ese sentido contó que “vienen autos de alta gama a tirar
basura. Sin importar nada. Y la gente humilde, la desparrama cuando revisa las
bolsas. Es un trabajo de conciencia ambiental que la gente lamentablemente no
tiene”.
En el “mientras tanto”, la familia de Carolina como de sus
vecinos viven una odisea que ya no pueden soportar porque ninguna Delegación se
hace cargo del problema, pertenece a Altos de San Lorenzo, el límite con Villa Elvira
corta en 13, ni desde el Municipio han operado para darle un corte definitivo
al tema.
Los vecinos reclaman mayor presencia en la limpieza, que se
coloquen cámaras que no solamente servirán para la seguridad sino para captar a
los infractores al paso y que se garantice la recolección de basura en la zona
para evitar que se sigan arrojando basura en el lugar, afirmaron a NVE.