Aquellos que se sorprendieron con el título
de la nota habrán pensado que una extraña figura del más allá anduvo haciendo
travesuras por Villa Elvira y lo espectral iba a tener un capítulo en las
noticias. Pero no será así esta vuelta.
La historia marca que en la localidad es
verdad que hubo un micro fantasma. Cientos de testigos aún podrán corroborar
que la nota no faltará a la verdad al final de su relato. Arrancaba en la zona
de la terminal de micros de La Plata, tomaba viento sureste por la avenida 7
cruzando al centro Villa Elvira, recorriendo a su paso el barrio de la “aviación”
como acostumbraban nombrar los parroquianos a lo que hoy es el Barrio Aeropuerto.
Algunos dicen que hasta se hacía una parada
para comprar algo en el último almacen de ramos generales que había por esos
años en 7 y 605 propiedad de Goycochea y Diaz y seguí por un angosto camino
hasta Villa Garibaldi.
Pero para saber más de la
existencia del “Fantasma” hay que recorrer un poco de historia. El servicio de
transporte privado arrancó entre 1933 o 1934 en la ciudad de La Plata con
permisos de explotación expedidos por la Municipalidad local. Como todo en éste
país, algunas lograron permanecer y otras tuvieron un paso fugaz por la ciudad.
Definidos los recorridos los
empresarios comenzaron con la explotación del servicio. Historiadores platenses
sitúan el comienzo del colectivo a principios de 1930. Los nuevos recorridos
tenían, como en la actualidad, un punto neurálgico que era un paso obligado por
el centro platense y la mayoría iba hasta el Cementerio. Nacieron las líneas 1,
2, 3, 4, 5 y 20. Con los años nacieron las 7, 13, 14, 9, 15, 16, 17 19. Se
fusionaron, amalgamaron, se fundieron y volvieron a fundar.
En aquellos años primeros años
de explotación de recorridos no se sabe bien si no hubo oferentes, ni interés
con cumplir con ciertas distancias, pero el Municipio platense tuvo que hacerse
cargo de algunas zonas menos pobladas.
Lo más importante para ésta
historia del micro fantasma de Villa Elvira, arranca en 1948, cuando la Municipalidad
de La Plata creó la Administración General de Transporte de Pasajeros, que se
hizo cargo del sistema tranviario local y fundó nuevas líneas de autotransporte
cuya explotación realizó, fundando entre otras la Línea 79 en julio de ese año.
Los colectivos que usaban en ese
entonces, en su gran mayoría pertenecían a la marca Isotta Fraschini, con los mismos
colores de las flotas de colectivos que se usaban en Capital Federal, hoy
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y estaban pintados totalmente de color
plateado con una franja azul en los costados.
Para muchos pobladores de Villa Elvira, en
el trayecto que va desde 610 hasta 659, el paso del colectivo 79 que llegaba a
Garibaldi una vez por día, era fundamental para sus vidas. No acceder a ese
colectivo decretaba una caminata asegurada de varias cuadras.
Claro está que la puntualidad en los
recorridos de los colectivos no fue potestad de éstos ni de aquellos tiempos.
Divisarlo tampoco era fácil dado su color. Así que, por sus atributos y sus
apariciones casi espontáneas, los pobladores decidieron denominar al colectivo
municipal: Línea 79 como “El Fantasma”.
Años
después comenzó una privatización mayor del transporte público y la primera
empresa de colectivos en hacer un rondín que unía 610 con 659 fue la empresa
518, pero eso ya es parte de otra historia.