El próximo domingo
se festeja el Día del Padre en homenaje de Henry Jackson Smart, un veterano de
guerra de los Estados Unidos de Norteamérica. Si es así. Esto comenzó en 1909
cuando a una mujer de aquel país del norte se le ocurrió rendir tributo a un
héroe nacional .
En realidad, Sonora Smart Dodd,
originaria de Washington, era hija del militar que quiso homenajear y no solamente lo logró en su ciudad sino que años mas tarde en todos los EEUU.
Años más tarde en 1924, el presidente Calvin Coolidge lo declaró fecha nacional. Fue otro
madatario de aquel distante país que tanta influencia tiene sobre el nuestro,
Lyndo Johnson, que firmó una proclamación que declaraba el 3er. domingo de junio
como Día del Padre.
Alineados a los
designios que provienen de EEUU los países latinoamericanos aceptaron la fecha
y la adoptaron. En el año 1953, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, que
se intentó cambiar la fecha.
Fue en la provincia
de Mendoza, que una profesora llamada Lucía Zuloaga de García Sada, presentó un
pedido de declarar el 24 de agosto, día que nació Mercedes de San Martín y el
padre de la Patria Don José de San Martín se convirtió en padre, como fecha
oportuna para la celebración, pero la demora y la caída del gobierno peronista,
además de ciertos errores enmarcados en la normativa de ese entonces hizo
cajonear la proclama.
En 2017, también con acuerdo de ambas cámaras, se intentó
cambiar la fecha. La iniciativa impulsada por el senador Julio Cobos, buscaba
nuevamente declarar al 24 de agosto como Día del Padre por el nacimiento de
Merceditas pero la Cámara empresaria alertó que no convenía cambiar el
calendario porque afectaría al comercio y hasta podría provocar despidos.
Ya en 2020, sin que aparezca el nombre de San Martín ni de
su hija Mercedes, aparece un pedido del sector empresarial solicitando correr
la fecha porque la pandemia y el aislamiento social no permitirá un desenvolvimiento
económico como años anteriores y creen conveniente que el día del padre se
festeje para más adelante.