Mientras se repite el maltrato a comerciantes Garro busca flexibilizar la cuarentena que la mayoría ya no cumple
A pesar que los especialistas indican que durante el
invierno se sentirá con más peso la enfermedad del coronavirus y se
magnificarán los contagios, la sociedad está empujando a los ejecutivos a
flexibilizar la cuarentena producto en su mayoría a problemas económicos.
En este caso, el intendente Julio Garro, explicó que a
partir del 11 de mayo la ciudad ingresará en una nueva etapa del aislamiento
que podría generar salidas transitorias de vecinos a partir del número de
finalización del DNI.
Claro está que la
gente, al menos en Villa Elvira, se calzón un barbijo y salió a la calle sin
que nadie, por parte del estado, le advierta la situación. Se abandonaron los
megáfonos y la intervención policial para sostener la cuarentena, eso está más
que claro.
A partir de allí
han surgido infinidad de situaciones y uno de los blancos elegidos por las
personas son los comerciantes que están intentando adecuarse a la situación
utilizando distintas alternativas para la venta. Esa forma de mercado que muchos
ha adoptado diciente con el interés colectivo del “lo quiero ahora y ya”.
En este caso, una
comerciante, Pula Garay, contó que “yo estoy trabajando en un comercio
habilitado para la venta online y telefónica. No saben lo mal que nos trata la
gente cuando les explicamos que no está habilitada la venta al público de
manera directa”.
En referencia a su
observación sobre la falta de respeto a la cuarentena advirtió “hoy calle 7 era
un descontrol. La gente te insulta, te trata mal y uno se lo tiene que bancar.
Realmente los que piensan que la gente va a salir responsablemente, es porque
no estuvo estos días en contacto con los clientes. La gente con fiebre no se va
a quedar en su casa... se va a tomar un ibuprofeno y va a salir al centro como
si nada pasara”.
Ante este panorama,
Paula dijo que “esto de darle una chance para demostrar cómo nos comportamos
como sociedad no existe. Lamentablemente todo el esfuerzo que se vino haciendo
hasta hoy va a quedar en la nada”.
La escases de
cigarrillos no solamente es un condicionante para las relaciones
interpersonales donde existen cierto tipo de personas que están muy exasperadas
por a falta de nicotina, sino también para los comerciantes que deben lidiar
con cientos de situaciones a diario.
Tal es el caso de
varios kiosqueros que son maltratados e insultados por la falta de cigarrillos.
Contó Liliana de un reconocido negocio en avenida 1, que “vendí todo lo que
tenía, he comprado a los proveedores a precios altísimos para tener al menos
algo para los clientes. Esta última tanda ya no pude comprar porque los precios
que están pidiendo por el atado del mayorista son muy caros. De todas formas le
explicas a la gente y se enoja, contesta mal o piensa que uno no les quiere
vender”.