Intendente Julio Garro |
Desde el inicio de la Pandemia, hace más de un
mes, el Municipio de La Plata demostró que su participación en Villa Elvira es acotada
y que la presencia del Estado desde su representación está prácticamente sesgada
en algunos barrios y totalmente nula en otros.
En las últimas horas el intendente, Julio
Garro, impartió un comunicado donde ante la extensión del aislamiento
preventivo, social y obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional, y la
propuesta nacional de ampliar los beneficios ante el encierro, el intendente invitó
a los vecinos a “salir sólo si es necesario y justificado, siempre usando
máscara facial”.
En ese sentido, el primer mandatario aclaró
que “la postura del municipio es no flexibilizar la cuarentena en la ciudad”, y
consideró: “La prioridad hoy debe ser reactivar la economía sin poner en riesgo
la salud”.
En consonancia con la Provincia, mandatario
platense valoró la decisión del gobernador Axel Kicillof de no habilitar las
salidas de esparcimiento de una hora en aquellos grandes aglomerados urbanos
con circulación viral, dando continuidad al aislamiento social, preventivo y
obligatorio.
A saber, son incontables la cantidad de
reclamos de vecinos que detectaron que en una gran cantidad de comercios no se
respetaron ni se respetan los precios máximos establecidos, que muchos
comerciantes ingresan los clientes sin restricciones y que en muchos supermercados
de origen chino comúnmente no atienden por débito.
Encuentro en plazas con música, gritos y
peleas, con jóvenes borrachos y desmedidos. Partidos y campeonatos de fútbol.
Familias enteras circulando por calles y avenidas. Comercios atestados de gente
y barrios con una vida totalmente normal con vecinos que no cumplen ni con el
encierro ni la prevención del barbijo. Así está Villa Elvira.
Que pasa entonces cuando el vecino no lee el
diario más importante ni los portales de noticias. Ni les interesan las
publicaciones en Twitter, WhassApp, Instagram, ni Facebook. Es un gran problema
para la comunicación del Municipio cuando su llegada pasa por imagen estanca y
evita el cuerpo a cuerpo con la gente.
Claro está que en medio de la Pandemia se
deben dejar de lado algunas de las cuestiones que al parecer parecen superfluas
y atender aquellas que son necesidades básicas y urgentes.
Pero el cumplimiento del encierro es
fundamental para bajar la cantidad de contagios como lo viene pidiendo el
gobierno nacional y evitar un brote mayor que colapse el sistema de salud
propuesta ante la emergencia.
La vigilancia y observación del cumplimiento
de la cuarentena es nula en la región más allá de los lugares habituales
conocidos por todos. Por los que cumplen y los que no cumplen. Al igual que los
chorros evitan pasar por la comisaría, destacamentos y retenes, lo mismo hace
el infractor sanitario.
Lo que realmente queda a las claras es que
hoy no le hace caso el vecino al intendente porque la relación es lejana. La representación política del Ejecutivo comunal en la comunidad de Villa Elvira es acotada y casi nula. Pocos conocieron a los administradores ni los respetaron como garantía ejecutiva. Para el funcionario a cargo es más fácil que todo fluya, que todo pase, que exponerse ante la sociedad.
Ahora la tendencia es apuntar al vecino que
es sucio, que no cumple, que no sabe, que no le importa nada, pero en
retrospectiva habría que observar la posición del Estado como garante de los
derechos y obligaciones de las personas y su presencia en la localidad,
desnudando de ésta manera el trato dispensado por la gestión hacia Villa Elvira
la cual observa y es testigo de qué manera lo ha tratado y trata el Municipio.