La mercadería se fue en minutos y los vecinos siguieron circulando





   Por una decisión del intendente, Julio Garro, supuestamente para evitar “avivada política”, hoy domingo se repartieron en 11 parroquias de la ciudad bolsones de alimentos. En Villa Elvira volaron las bolsas dispuestas para los que hasta allí se llegaron en pocos minutos. Fuerte repudio de vecinos por la aglomeración de personas. Hubo largas colas desde la madrugada en varios puntos.



   A través de una mesa social en la que participaron Cáritas, la UNLP, distintos frentes políticos, y el Municipio, se decidió que hoy domingo, desde muy temprano, se estuvieron distribuyendo alrededor de 2000 mil bolsones de comida por Parroquia elegida para tal fin.
   Entre las iglesias elegidas figura la de Nuestra Señora de La Paz de 4 bis entre 611 y 612 en Barrio Aeropuerto de Villa Elvira, desde donde en las últimas horas les estuvieron avisando a los vecinos que la mercadería estaba destinada para personas que asisten a la Escuela de Vida que funciona allí.





  Horas antes, Yamila Torrales confirmó la novedad en el grupo Noticias de Villa Elvira: “En aeropuerto me dijeron que es solo para quienes van a la Escuela de Vida”, en tanto, otra frentista Alejandra Gonzales se lamentó que “Mañana – por hoy - la ayuda de mercadería no será para los que la necesitan, no habrá tampoco sanidad obligatoria”.
  Según se supo, a primera hora del hoy ante una larga cola que se había formado frente a la iglesia de Aeropuerto, la gente que colaboró con la entrega, de manera muy ordenada, iban asistiendo a las personas que hasta allí se acercaron que al paso iban circulando hasta la puerta de la distribución y sin presentar ninguna acreditación o consulta iban obteniendo la mercadería.


   En Maria Auxiliadora, en 96 y 118 la cosa no fue para nada diferente, arrancaron bien temprano, la extensa cola se movió rápido y también hubo avivada de la gente que hacía pedir a los chicos según denunciaron los presentes. En pocos minutos se acabó la mercadería y algunos vecinos confrontaron a los trabajadores que abandonaban el lugar con algo de mercadería, es decir, pelea de pobres con pobres. 

   Cabe destacar que más allá de la situación reinante y los problemas económicos que sufren muchas familias de Villa Elvira, presentes en el lugar afirmaron su indignación al afirmar que algunas personas dejaron las mercaderías guardadas y siguieron nuevamente la fila, que fue de más de dos cuadras, en una nueva oportunidad para retirar nuevamente la bolsa. Siendo las 10.30 se colocó un cartel que no había más mercaderías.

   Si bien desde el entorno del Intendente deslizaron que la distribución se hizo a través de Cáritas y las Iglesias con el fin de evitar avivadas, para que “no se pueda meter mano”, no trascendieron los motivos concretos de la forma de repartición, dada cuenta que los víveres que son envidados de Nación y Provincia pasan exclusivamente por Desarrollo Social Municipal, salvo que desde el Ejecutivo descrean de organización de sus secretarías y por eso dispuso sea Caritas la que encabece la distribución de las mercaderías a los vecinos de la ciudad


   La opinión pública se mostró contraria a la acumulación de gente. Así opinó el referente peronista Nicolás Gigena dijo: “Que inoperancia por Dios van aglomerar gente de una manera desmedida. Que poco sentido común es innentendible”. Alejandro Pérez, presidente de La Academia de Villa Elvira dijo que “entiendo y estoy a favor de la gente, pero creo que no es la manera”.
  Leandro Lynn, desocupado por la situación y que se llegó hasta la Iglesia refirió que “la gente está indignada, estas en una cuarentena salis del encierro para ir a buscar mercaderías y no tienen ningún control, esto se debe hacer casa por casa, con un control sabiendo a quién se le entrega".
   En esa misma línea opinó, Oscar Guas de la Red de Acciones Solidarias al advertir “no era quédate en casa”, al igual que Marcelo Moriconi del Grupo de Acción de Villa Elvira hizo notar que “de buenas a primeras, sin medir la magnitud de lo que afuera sucede tiran diez puntos de entrega y la gente sale de sus casas de manera desesperada, yo creo que Garro debería hablar un poco más con la gente que está en los barrios y menos con los que opinan por lo que le cuentan”.
   Al cierre de ésta edición, la cantidad de vecinos que se siguen acercando a la Iglesia de Villa Elvira no ha dejado de tener continuidad y la gran mayoría se va con la decepción de no haber encontrado mercaderías.