Asaltaron y maniataron a un cura en iglesia de Villa Elvira


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   Asaltaron y maniataron a uno de los curas más solidarios y preocupados por la comunidad de Villa Elvira.
   En las últimas horas se supo que el miércoles alrededor de las 16, cuando el padre Julio Espinosa de la Parroquia de Caacupé y San Roque González, de 4 y 84, se encontraba trabajando allí, al menos dos personas lo maniataron y le taparon la cabeza con un mantel para ocultar sus rostros para luego revolver la iglesia.
   Fuentes cercanas al Padre afirmaron que las 48 horas posteriores al hecho el padre se mostraba aturdido y consternado por el acto de violencia al que fue sometido pero que ya había adelantado no abandonará la sede religiosa.
   A pesar de los intentos de NVE para comunicarse con el párroco no fue posible tener su palabra pero se supo que continuará con sus tareas normalmente.
   Según testimonios de gente allegada a la Parroquia, se dijo que mientras el Padre se encontraba dentro de la iglesia, al menos dos personas que ingresaron al predio por el viejo alambrado que dividía el extenso lote que daba a espaldas a Caacupé, que hace unos meses fue abierta la calle 4, lo interceptaron y lo metieron dentro de la secretaria y lo ataron para luego taparle la cabeza con un mantel para que no viera su accionar.
   En momentos que Espinoza estaba siendo robado del lado de 6 y 85 un móvil policial se encontraba en el lugar pero no pudieron advertir la maniobra porque la situación se vivió dentro de la iglesia.
   Finalizada la búsqueda y con algunas baratijas de valor para los delincuentes además del modesto celular que tenía el Padre, los delincuentes se dieron a la fuga. El padre permaneció allí hasta que pudo ser asistido.
  El Padre Julio Espinosa es uno de los curas más preocupados y ocupados de la localidad de Villa Elvira trabajando hace años desde la comunidad de Caacupé y San Roque Gonzales y es un abnegado trabajador para que no falta un plato de comida en cada visitante al templo de Caacupé. Es lamentable que pasen éste tipo de hechos en la localidad y duele más cuando el agredido es una persona que mantiene las puertas abiertas para ayudar a la gente.