Los
basurales y el abandono que evidencian las distintas barriadas que conforman
Villa Elvira ponen de manifiesto que la conducción local necesita una lavada de
cara y que el Estado Municipal le preste una mayor atención a los barrios
periféricos que componen el gran La Plata.
Cobró mucha fuerza en los últimas semanas la
versión que indicaba que la falta de recolección de desechos no habituales por
parte de la gestión se debía fundamentalmente a la falta de combustible para
poder movilizar los camiones y en cuanto el Municipio abordara el pago la
situación iba a mejorar con el correr de los días.
Luego de casi dos meses en la última semana
se puedo observar que tras cerca de 60 días la Municipalidad de La Plata
comenzó a operar, al menos en el casco urbano de Villa Elvira, en torno a la
recolección de los denominados no habituales.
Lo que aún no está claro es el por qué del
abandono espeluznante en lo que tiene que ver con el mantenimiento de las
calzadas y el corte de pasto, que en muchísimos barrios superan el metro de
altura.
Mire que tiene que dejar crecer el pasto
para que alcance tal tamaño pero al parecer la situación se ha planteado de esa
manera y salvo los lugares donde abunda la circulación, cuadras adentro, donde
no se ve, el abandono se torna como el paisaje predominante.
Entre las disculpas y las justificaciones
que emergen desde la administración recae principalmente entre la falta de
bolsas, tanzas, gasolinas y aceites para las maquinarias, y la falta de
personal por vacaciones. Vecinos y frentistas comentaron luego de ser
consultados que ninguno observó el cartel “cerrado por vacaciones” en la
delegación de 82.
Tijeras, azadas, pala ancha y angosta,
guadañas, hoz, machetes y rastrillos, por ejemplo, son algunos de los elementos
que se pueden utilizar sin tener que caer en las maquinarias que funcionan a
explosión y necesitan de tanzas, nafta y aceite.
Entonces en el marco de la conducción donde
el personal, muy mal pago, se presenta cada mañana en definitiva para
desarrollar otras tareas que no tienen que ver con la función específica del
mantenimiento urbano, no hubo otro tipo de ingeniería para poder cumplir con
los habitantes de Villa Elvira.
¿Puede un administrador ordenar que se corte
el pasto con la utilización de herramientas que no necesariamente tengan que funcionar
con motores a explosión? Todo indica que
si, salvo que no tenga el respaldo necesario por parte de sus trabajadores y
del Municipio como principal responsable de que los vecinos padezcan tal
situación.
En el terreno se pueden encontrar con
cientos de situaciones que atentan contra la salud de los obreros ya que pueden
aparecer víboras, alacranes, roedores, arañas, o cualquier clase de insectos,
además de enfermedades asociadas a éste tipo de lugares, como pueden ser el
Dengue o el Hantavirus.
Para ello el trabajador deberá llevar la
indumentaria adecuada, como protectores para los ojos, guantes, zapatos del
tipo borceguí, elementos qué la gestión promocionó y que fueron entregados en
su momento, aunque a simple vista al ver los elementos que utilizan parecen no
ser requeridos cuando se presentan a cumplir con la función.
Todo pasa decía el
anillo de Julio Grondona y así se va desarrollando el verano en Villa Elvira.
No hay micros, la seguridad pasa de ser poca a mínima, la contaminación sonora
con los bafles y “vagancia” ganan las calles, abuelos y niños sufren la falta
de agua, y entro todas esos males, pastizales, mugre, pérdidas de agua infinitas,
hacen una postal de cada día que nos lleva al escenario de sentirnos cada día
más infelices.