La comunidad educativa
de una escuela de Ignacio Correas espera con ansias que se terminen las obras
en el establecimiento porque están cansados de los avatares que sufren a diario
tanto docentes, directivos y alumnos que allí concurren.
Se trata de la EP
108, ruta 30 entre 697 y 698, donde una obra que iba a demorar 120 días está
por alcanzar el año. Los alumnos van a baños químicos. No se soportan los
olores y están invadidos por las moscas.
El Intendente
platense, recorrió junto a la gobernadora saliente, María Eugenia Vidal y
Gabriel Sánchez Zinny, ministro de educación provincial, recorrieron Jardín de
Infantes 970 de Ignacio Correas y resaltaron los beneficios de aquellas
instituciones alcanzadas por el Fondo Educativo.
A pocas cuadras de
allí, en el domicilio de la Escuela 108, las caras no eran las mismas de las
sonrientes docentes que posaron junto a las autoridades durante su visita.
Sucede que en la escuela
de Correas están reclamando hace un año por los baños y resaltan que los niños
durante todo el año “así haga frio, calor, llueva o truene, deben ir a baños
químicos que están en el patio”.
En ese establecimiento
en cuestión, no tuvo gas desde febrero de éste año por lo que los niños pasaron
un invierno terrible, además de ser provistos por el comedor por “viandas de
emergencia”, es decir, sándwich de jamón y queso, tartas, una manzanita,
alimentos pocos nutricionales para las criaturas.
Es más, el
establecimiento no cuenta con comedor, por lo que los niños comen, estudian,
escriben en el mismo banco a diario. Los plazos en las obras de la EP 108 arrancaron
con cuatro meses de retraso y a pesar de que el cartel anunciaba la
finalización en 120 días, llevan alrededor de 300 sin soluciones.
Entre las denuncias
que enuncian los padres, señalan que diferentes cursos se deben aglutinar por
salones por la falta de aulas haciendo muy difícil el dictado de clases.
Si algo le faltaba
a tanta marginalidad y abandono, tanto para los niños, docentes y directivos,
la llegada del calor aumentó el olor nauseabundo que arrojan los baños químicos
a la intemperie y el sol, que se complemente además con la invasión de moscas
provocado por una avícola cercana al domicilio escolar.
Los plazos se han
extendido más de la cuenta y están haciendo mella en las ganas que le ponen día
a día el personal que espera con ansias que se termine la remodelación.