El concejal
kirchnerista, Gastón Castagneto, presentó un proyecto que reclama mayor presencia
policial en la circunvalación de la ciudad en vez de custodiar Plaza San
Martín. En su barrio los vecinos se quejan que la encumbrada familia no colaboró
en la lucha en contra del delito.
El pedido del
concejal Castagneto se basa en reclamar que los 400 efectivos de seguridad
apostados en Plaza San Martín para evitar el comercio ilegala sean reasignados
como refuerzo para la realización de patrullajes en los barrios de Villa
Elvira, Abasto, Gorina, El Peligro y Barrio Hipódromo.
Desde el pasado 7
de junio, unos 400 efectivos de seguridad vienen custodiando la Plaza para
prohibir que los manteros estén en el lugar, lo que provocó el rechazo de
varios políticos de la oposición.
En Villa Elvira
festejan el pedido del joven concejal de familia encumbrada política con su
madre, Ana Arranz compañera de bancada, y con su papá, Carlos diputado
nacional.
De todas formas, en
los últimos meses la ola de robo en la zona del casco de Villa Elvira, en el
radio cercano a la Escuela Luján Sierra y la Capilla de La Medalla Milagrosa, y
a escasos metros de la Comisaría 8va, zona de morada también de los Castagneto,
salieron a las calles para reclamar por la cantidad de domicilios vulnerados
por delincuentes.
Se supo además el
descontento de varios frentistas con la familia que integra El Frente Todos,
porque no tuvieron una activa participación en acompañar a sus vecinos pero
valoran la gestión de hacer colocar una lámpara en la esquina de 4 y 75.
Sobre el pedido de
mayor seguridad, el concejal fundamentó que
“en todos los barrios de la ciudad se reclama mayor
presencia policial ante la creciente inseguridad que los azota, que pareciera
aumentar de la mano de la pobreza y el desempleo”.
“Tanto el Gobierno Municipal como el Provincial tomaron la
decisión política de asignar a más de 400 efectivos policiales al operativo
montado contra la Feria Americana y Trueque que funciona en Plaza San Martín
desde hace tiempo, donde personas jubiladas, desempleadas, o que no llegan a
fin de mes salen a canjear o vender lo que les queda en su ropero para poder
sobrevivir” finalizó.