
Lo curioso es que,
en el mismo momento en el que el albañil le presentó a quien después resultaría
ser una usurpadora, desapareció sin dejar rastros. A los pocos días, Aranda
comenzó a sufrir un maltrato por parte de quién debería estar cuidándola. Sin
embargo, en los primeros días de acompañamiento había sido amable.
Después, con el
corre de los días, comenzó a hostigarla y amenazarla de muerte luego de que la
mujer jubilada le reprochara que por la noche había mucho ruido en la casa. Al
mismo tiempo, aparece un jardinero amigo de Aranda también fue víctima de
amenazas. Es así que a la mujer le advirtieron que iban a tomarle la casa, por
lo que decidió estar encerrada durante más de 20 días sin poder salir ni
siquiera al patio.
En la noche del
jueves, la falsa cuidadora, de nombre Lorena, llegó a la vivienda con varias
personas más y tiraron la puerta a las patadas. Además, con un cuchillo
desafiaron a la dueña y hasta a un vecino cercano que escuchó los pedidos de
auxilio de la mujer mayor, que además recibió amenazas de muerte.
En diálogo con
NOVA, Aranda comentó que “primeramente entró sola, pero después a la noche
entraba y salía gente. Entonces me encerré al ver tanta gente y tenía miedo,
porque porque mi edad tengo poca estabilidad. Como tuve un ACV y estoy
aprendiendo a leer y escribir se aprovechó de eso”.
Por lo tanto, esta
mañana se apersonó a realizar la denuncia que recayó a la UFI a cargo del
fiscal Marcelo Romero y tomará intervención el Juzgado N° del juez Guillermo
Atencio. En el mismo momento en que estaba realizando la denuncia, la mujer
sufrió una descompensación y debió ser asistida por los médicos del SAME.