Cuando parecía que iba a ser el invierno más crudo
que deberían afrontar los alumnos de la Escuela Especial N° 532 “Alfonsina
Storni”, de 19 y 81, por la falta de gas, luego de ocho meses Camuzzi reconectó
el medidor.
Fue el 23 de septiembre del 2018
cuando una vecina se quejó del olor a gas que provenía desde la escuela y al
reclamarle a las autoridades estas rápidamente llamaron a la empresa prestaría,
Camuzzi SA, quienes verificaron que la pérdida provenía del caño que abastece a
la escuela y detectaron otras irregularidades en el tendido de la red por lo
cual decidieron retirar el medidor.
Desde aquel entonces y hasta la
fecha, la Escuela Especial, que está destinada a asegurar el derecho a la
educación de las personas con discapacidades, temporales o permanentes, en
todos los niveles y modalidades del sistema, no tenía gas natural.
Por su parte el Fondo Educativo se
encargó de la obra de remodelación de caños de gas y ventilaciones y a
posteriori fue el turno de Consejo Escolar que debía realizar la inspección con
gasistas matriculados para enviar el expediente a la empresa prestataria.
Al fin y
al cabo, acusaciones cruzadas por falta de obras de un lado y otro más el
interrogante de la fecha que Camuzzi debía colocar el medidor se demoró más de
dos meses que se sumaron a la pila de días acumulados en espera.
Hasta la fecha los niños que concurren
a la escuela, ya en épocas de frío, siguen recibiendo viandas de comida que
consisten en una pizzeta pequeña, una empanada o una porción de tarta, ambas de
paleta y queso, un sándwich un poco más grande que un miñon o un medallón de
pollo o pescado, todo en sándwich, todos frio y en vianda. En ocasiones se
reparten frutas.
Todo Pasa
decía el anillo de Don Julio Grondona y así pasará como pasa en Argentina donde
las responsabilidades siempre son de los otros y que nadie debe pagar por la
negligencia. Es así que una escuela que atiende niños con capacidades
diferentes tuvo que esperar ocho meses para recuperar el servicio.