De Villa Elvira a Quién Quiere ser Millonario


El participante de 45 años se anotó en el programa tras quedarse sin trabajo 
   El protagonista de la historia es Diego, mecánico de 45 años, desempleado, de Barrio Jardín, que participó del programa que conduce Santiago del Moro por Telefé y logró un premio de 500 mil pesos que lo usará para montar un taller mecánico.
   El vecino participó del programa acompañado de su familia compuesta por su padre, esposa, hijo y un grupo de amigos de su primogénito que los vitorearon con cada acierto.
  El platense superó los 130 mil pesos sin haber usado ninguno de los comodines, pero los fue gastando a medida que pasaron las preguntas hasta llegar a la de 750 mil y plantarse.
  Diego contó que  "mi viejo era mecánico, yo también lo soy, y mi hijo es futuro ingeniero mecánico, somos tres generaciones con la misma pasión. Es soñado estar acá con mi viejo, porque viendo las promociones del programa cuando estaba muy mal se me ocurrió anotarme".
   Al consultarlo Del Moro de su procedencia dijo que era de La Plata e hincha de Estudiantes, a lo que el conductor le contestó “no te vas a llevar bien con el productor porque es de Gimnasia”.
  Vecino de Barrio Jardín de Villa Elvira, Diego narró que “no me creo con muchos conocimientos, pero me anoté para poder comprar herramientas, trabajé en varios lugares, me quedé sin trabajo, y ahora quiero abrir mi propia empresa, pero al margen del dinero quiero continuar, por mis hijos, para que vean que no hay que rendirse"
En ese sentido, explicó que "para el sistema, tener 45 años es ser viejo, por eso es un cuento de hadas que un mecánico esté acá, ya que a veces se desvaloriza el trabajo, nuestro conocimiento es en base a otra cosa, son siempre libros técnicos, pero gracias al programa empecé a leer un montón de cosas”.
  Emocionado el participante contó cada aspecto de su vida y de la depresión que lo tuvo a mal traer por años y lagrimeó al escuchar a su esposa opinar que “Diego tiene que creérsela porque es muy bueno en lo que hace y sabe mucho, no se tiene que tirar abajo”.
   Finalmente el vecino de la localidad no pudo competir al menos por el millón como lo tenía planeado pero se llevó una suma importante para comenzar de nuevo con un taller mecánico propio para poder trabajar y sentirse pleno, la parte afectiva la tiene por parte de su familia y entorno.