Los vecinos del barrio El Mondongo
repudiaron la semana pasada al Ejecutivo comunal y apuntaron contra el
secretario de Coordinación Municipal, Oscar Negrelli, quién meses atrás se
había comprometido a trabajar para desterrar la zona roja y en las últimas
horas les confirmó que el gobierno de Julio Garro no trabajará en el tema.
La desazón fue grande para el grupo vecinal que sigue adelante intentando lograr que su viejo barrio vuelva a
ser el de antes y también pregonan por aquellos que ante la adversidad por parte de los
gobiernos de turno han bajado los brazos.
En realidad no es la primera vez que los
dichos de Negrelli explotan en mil pedazos. El decir muy suelto de cuerpo de aquel
opositor que se rasgaba las vestiduras con la voz fuerte y el pecho en alto,
difiere totalmente de éste que toma decisiones y que debe gestionar realmente
para el bien común.
“La gente en política no cambia, asume el
poder” decía un viejo político. Y no estaba tan errado. El ex concejal del Ari
y diputado provincial por la Coalición Cívica, en ambos espacios estuvo
referenciados con Elisa Carrio, supo recorrer de punta a punta las distintas
problemáticas que planteaban los vecinos.
¿Sabe lo que opinaba respeto al Bingo
platense? En mayo de 2010, Negrelli arremetió contra la casa de juego ubicada
en barrio Hipódromo, impulsando el recorte horario para evitar la ludopatía y
la reincidencia de adictos al juego en tratamiento.
En ese entonces quería limitar el uso
horario de 18 a 2 y los días de apertura. La empresa de juego se amparó en la
cantidad de empleados y si debía cerrar sus puertas habían amenazado con
despedir empleados.
La empresa Codere propuso aquel año trabajar
a través de un registro de ludópatas y
atención sobre los adictos al juego. Negrelli opinaba que "los
bingos están para empobrecer a los pobres que mayoritariamente concurren a esas
salas".
En aquellos años apuntaba sobre la figura de Pablo Bruera y del gobernador, Daniel Scioli, reforzando que “por un lado, abren una oficinita para blanquear un interés para frenar el juego compulsivo y; por otro, junto a sus socios de Codere, lanzan una promoción para los jugadores, es una hipocresía que no tiene nombre.
En aquellos años apuntaba sobre la figura de Pablo Bruera y del gobernador, Daniel Scioli, reforzando que “por un lado, abren una oficinita para blanquear un interés para frenar el juego compulsivo y; por otro, junto a sus socios de Codere, lanzan una promoción para los jugadores, es una hipocresía que no tiene nombre.
Con espacio y presencia en los medios por su
verborragia, Negrelli propuso sacar al Bingo de su lugar y llevarlo a zonas de
actividades incómodas, al grito de “ahora no solamente sigue instalado en el
corazón de la ciudad, sino pone en marcha planes para seguir esclavizando, a
través de su adicción, al vecino”.
Desde hace más de dos años que Negrelli es
parte de la gestión de Julio Garro y casi cuatro que empujó para que el
candidato de Cambiemos obtenga la intendencia. Es un hombre fuerte por el cual
Garro ha quebrado lanzas para mantenerlo en su lugar a pesar de varios tropiezos
en sectores que conduce el Lilito.
Nunca más, desde 2010 a Negrelli se lo
escuchó hablar del Bingo platense, ni del juico a Absa, y mucho menos de Lilita
Carrió, finalmente muchos atacaron a Felipe Solá cuando dijo que “en política
para andar bien hay que hacerse el boludo”; ahora bien, la actitud del bebe es
lo más parecido a Felipe de los últimos años.