Perfil de Facebook de la edil |
Se han llenado libros opinando sobre las
marcadas diferencias que han puesto en veredas irreconciliable a la oligarquía
argentina y el pueblo trabajador. Una cuenta bicentenaria que nunca fue
saldada. Con vaivenes, con intereses diferentes, con diferencias distintas,
pero nunca se llevaron bien.
En el medio siempre hubo gente que hizo
negocios entremezclados entre la historia, los pensamientos y las ideologías.
Hoy los analistas se preocupan de la foto, la mano, la posición del candidato,
pero también en jugar con la opinión pública para marcar tendencias y
antagonismos.
Hay un modelo
de comunicación que apunta a profundizar la brecha, de ambos lados, que obliga
al ciudadano a pararse en una u otra vereda. Y si no está seguramente lo
pararán para que no rompa con la estructura que les resulta muy cómoda mientras
la sociedad se desintegra.
Por ejemplo, hace muy pocas horas, la
concejal platense Raquel Krakover, de la Coalición Cívica, espacio identificado
con Lilita Carrió, compartió un posteo que invitan a los que piensan diferente a irse del país: “A ustedes peronistas que
sufren la dictadura de Macri, vengan a Venezuela que los recibiré con los
brazos abiertos” acompañado de la foto de Nicolás Maduro.
Raquel Krakover |
No es el primer posteo ni el último que lanza
la “carriotista” en las redes marcando diferencias y afirmando rígidas
posturas. Es raro que si bien en casi cuatro años de concejala ha presentado un
puñado de proyectos, no los haya promocionado como si lo ha hecho con los
encuentros sociales que le ha permitido su cargo o con la fuerza que le imprime
a las publicaciones que atacan a otros sectores políticos.
¿Será la concejal, elegida por la mayoría ciudadana,
una obediente incondicional de un plan de comunicación para la profundización
de la grieta o quizás deja expresar su parte de sentimiento profundo de aquella
oligarquía argentina que hoy maneja los resortes del poder y pertenecen a un
estrato privilegiado?
A la edil le preceden títulos y
reconocimientos que muy pocas personas puedan mostrar en sus palmares, quizás
le esté faltando un poco de tino para saber si pretende un país dividido y
enfrentado a una Argentina hermanada, pacificada y pujante.
La grieta existe. Es innegable. Pero deberían
ser los referentes y conductores de la política argentina quiénes están
obligados a pacificar a la sociedad y trabajar para una salida conjunta en
busca del bien común.
Para el bien de nuestro país hacen falta más
ejemplos de hermandad, solidaridad y aceptación de aquel que piensa diferente
para poder avanzar.