Vecinos que se
sienten perjudicados por la nueva traza de la autovía que cortará parte de
Arana, Sicardi y Villa Elvira, se convocaron ayer en el Departamento de Tierras
de 122 entre 48 y 49, para hablar con funcionarios provinciales. Hubo gritos,
reclamos y finalmente volvieron con la promesa que todo el proyecto vuelve a
fojas cero.
Los habitantes de
las distintas localidades formarán una mesa de trabajo con funcionarios provinciales
con el fin de aunar criterios en los pasos a seguir con respecto a la obra que
según ellos “inundará las viviendas y dejará en la calle a varias familias”.
Para resolver el conflicto y buscar modificaciones a la
nueva traza incluirá al Gobierno provincial, vecinos de Arana, Parque Sicardi,
La Armonía y Villa Elvira, además de representantes de la la Defensoría del
Pueblo de la Provincia de Buenos Aires en una mesa de trabajo.
Cabe destacar, que desde el vamos la
modificación de la traza prevista para la
Avenida 90 se corrió hacia la 630 y los moradores del lugar
se enteraron a partir de las cartas documento e inhibición que sufrieron sus
propiedades, cuando fueron apercibidos por la Provincia.
Con similares
características y distintas nomenclaturas, el Ejecutivo notificó: “Que con motivo
de la obra “Apertura de traza obras básicas y obras de apertura de RP N°6,
tramo 2RP N°215 – RP N° 11, en el tramo comprendido entre la intersección 90 y
la variante RP N°11, aprobada por RESOL- 2018 – 625- GDEBA – DVIMIYSPGP, ha
resulto afectada en forma parcial una fracción de terreno de su propiedad ubicada en el Partido de La Plata, cuya
nomenclatura catastral xxxx, del citado partido, hallándose en consecuencia la
misma sujete a expropiación dado del carácter de utilidad pública adquirido
conforme a lo así previsto en la Ley N° 5.708”.
Al respecto la
notificación databa además que “la misma tramita por ante las actuaciones
administrativas xxxx. Esta circunstancia y la prioridad asignada a esta obra
vial imponen la necesidad de contarse con la posesión de la superficie
afectada, que según plano de mensura y desmembración para camino en trámite de
aprobación xxxx. El otorgamiento de la mima no se significa resignar derecho
alguno sobre el valor justo que corresponda por la expropiación dispuesta”
Alertados por la
situación los vecinos autoconvocados se movilizaron por distintos medios con el
fin de lograr en primer término convocar a la mayor cantidad de moradores en la
misma situación y comenzaron con diferentes reuniones con funcionarios de todos
los ámbitos en defensa de sus propiedades.
Además de Guido
Lorenzino, titular de la Defensoría, participaron en las reuniones vecinales
los concejales Gastón Crespo, Luciano Sanguinetti y Fabián Lugli.
Con las cartas
documento en mano donde fueron intimados a la expropiación e indemnización, un
centenar de vecinos se convocaron ayer en las oficinas del Departamento de
Tierras de 122 entre 48 y 49, para hablar con el titular y lograr un acuerdo
que por estas horas si bien terminó siendo una proclama, aún no hay nada
sólidos que así lo certifique aunque ambas partes quedaron en volver a reunirse
en 15 días.
En el lugar los
vecinos fueron atendidos por los vecinos por administrador general de Vialidad,
Esteban Perera, a quien le transmitieron el momento crítico que viven hoy los
moradores de lugar y se quejaron de las formas y modos de comunicarles la situación,
reclamaron por un trabajo serio de impacto ambiental que participe la UNLP y no
entes privados y tratarán de evitar que la autovía parta al medio el cordón
frutihortícola local.
Sobre los
cuestionamientos efectuados a Perera se lo consultó por los motivos del cambio
de en la ejecución que antes pasaba por la 90 y ahora pasará por la 630, por lo
que el titular definió que se debe a la obra de la Ruta 6 se encuentra en
ejecución y que la traza prevista para la autovía no se puede ejecutar por la
avenida 90 por “la insuficiencia de ancho lo que limita la previsión de
crecimiento a futuro”.
La respuesta para
los vecinos no es convincente y refieren que el cambio de la traza se debió a
la cantidad de asentamientos que existen sobre al 90 y, según el relato de un
vecino, “la bajada sería en la 122 que tampoco tiene el ancho previsto que dicen
que no pueden hacerlo por la 90. A nosotros nos catalogan como área marginal y
en realidad es una zona de población en crecimiento, porque hay un montón de
condominio, que llegan a las 450 familias”.
Otras de las
posturas vecinales tienen que ver con el drenado del Arroyo El Pescado, sosteniendo
que la construcción de la autovía interrumpirá no solamente la cuenca, sino
afluentes y terrenos que no drenan aún hoy correctamente lo que hará que los
vecinos que queden en pie cercanos a la traza sufrirán inundaciones.
En ese tema se
dio el momento más álgido de la charla porque según Perera “el proceso
ambiental, hidráulico, de consulta pública, son todas instancias que no sucedieron”.
En ese sentido y escuchando las palabras del administrador, los vecinos
montaron en cólera por las cartas documento recibidas que provocaron en muchos
de ellos problemas de salud colaterales y reclamaron por la forma que se viene
llevando adelante todo el proceso.
Desde la dirección
se buscó explicar que el envío de las carta documento era parte del proceso y
que se debía efectuar de forma anterior a todo el estudio que vendrá a
posteriori.
En la zona de
avenida 90, cuando la gestión Municipal estaba a cargo de Julio Cesar Alak,
fueron removidas un centenar de familias que pasaron a ocupar tierras por la
calle 630 fundado el Barrio Padre Cajade y que hoy nuevamente ven por delante
la posibilidad de un nuevo desalojo.
Es valedero
consignar que aún muy nerviosos y apenados los vecinos se comportaron con
compostura ante el funcionario y si bien se escucharon gritos y hasta hubo
llantos por parte de una mujer que se definió como madre soltera de tres hijos
que veía por delante quedarse en la calle, la asamblea sirvió de mucho porque
se pudieron escuchar todos los reclamos y el titular de vialidad se comprometió
que el proyecto vuelve a fojas cero, aún resta conocer qué decisión se tomará
más arriba y que la fecha exacta de la mesa de diálogo
y planificación convocada alrededor de 15 días.