¿Vandalismo o fragilidad?




    Los reductores de velocidad que el Municipio colocó en la calle 22 en el barrio de Altos de San Lorenzo a lo largo de su trayecto luego de la remodelación a nuevo ya no existen o quedan vestigios de aquellos.
    Los reductores colocados son aquellos conocidos como tachas que van engrampadas al asfalto, en algunos lugares se les dice vulgarmente “cabeza de Homero”, y fueron plantados para reducir las altas velocidades de una arteria que para muchos debería ser de una sola mano.
   Se desconoce a ciencia cierta la durabilidad que tienen estas tachas o si existió algún tipo de pedido de informes para que se realice un estudio de factibilidad y saber realmente el tiempo de uso para las cuales están preparadas.
   Lo cierto es que a lo largo de 22 en las esquinas de 74, 76, y sus correlativas, las tachas están destrozadas dejando en evidencia los tornillos que pueden parecerse a los “miguelitos” y pueden dañar las ruedas.
    Un vecino del lugar le dijo a Noticias de Villa Elvira que “a las tachas las rompieron, sacaron algunas y las demás las golpearon, con el tiempo se terminaron de romper” y prosiguió “en la esquina de 22 y 76 fue evidente la maniobra porque desde apenas las pusieron al mes ya le faltaban dos franjas”.
    Pasará algún tiempo para saber realmente si se trató de vandalismo o fue el efecto del alto tránsito que pasa por el lugar aunque habría que destacar que por 23 y 76, esquina de la escuela 22, fueron colocados, pasa el tránsito pesado y no han tenido roturas.  
    Se desconoce si el Municipio hará una remoción de las tachas para quitar los tornillos o si se recuperan los ya existentes, lo cierto a estas horas es que las altas velocidades volvieron.