Un grupo de vecinos comenzaron hace más de un año con apenas
30 personas y ahora la olla solidaria organizada en 27 y 72 no para de crecer.
La pobreza va en aumento y existe mucha gente que aprovecha la ocasión para
acceder a un plato de comida.
No se trata de un movimiento político sino de un grupo de
amigos de la zona que decidieron ponerse a trabajar por el bien de los que
menos tienen y comenzaron con la olla popular.
El portal de noticias, Política & Medios, habló con
Arturo Gonzalez, uno de los organizadores que dijo que “nuestro trabajo es
autogestivo, independiente. Un grupo de amigos que vio la crisis y dijo
‘tenemos que dar una mano”.
“La olla solidaria, árbol de la vida”, es el nombre que
engloba el espíritu del proyecto que, cada jueves, brinda alimento y contención
a unas 200 personas. Los números son alarmantes: cuando inició la olla, eran
sólo 30 los vecinos que se acercaban hasta avenida 72 y 27 a pedir ayuda. Sin
embargo hoy, 18 meses después, la cifra no para de crecer. “Algunas noches
hemos llegado a recibir 250 o 300 personas porque se vienen incrementando el
hambre y las necesidades”, detallan desde la organización.
“Es muy triste todo esto. Se me parte el alma porque todo el
trabajo que hacemos significa que cada vez hay más gente que tiene hambre y la
pasa mal”, agregó González, compungido.
El funcionamiento del emprendimiento gracias al que comen
familias enteras, depende exclusivamente de la buena voluntad y organización de
este grupo de amigos que, con ayuda de sus hermanos, padres y madres, se
organizan para recaudar dinero, buscar precios de oferta, hacer mandados y cocinar.
“Reunimos la plata que podemos entre nosotros y con la gente
que va queriendo colaborar. Recibimos ayuda de una panadería y una verdulería
que donan insumos para la olla”, explicaron.
Para las personas que deseen ayudar, las vías de contacto
son dos: la página de Facebook “La Olla Solidaria – El árbol de la vida” y el
número telefónico del propio Arturo, que es el 221- 5367791. Gonzáles detalló
que, lo que más se necesita por estas horas, es carne y pollo para poder
cocinar.
Además de las viandas que reparten todos los jueves pasadas
las 21, el grupo consigue ropa, abrigo, útiles escolares y zapatillas para
repartir entre los vecinos, por lo que la ayuda para reunir esas donaciones
también es necesaria.