Aunque se trate de una medida acertada por el aspecto que brindaba la localidad en muchas zonas, el Municipio dio el brazo a torcer con los infractores que no cuidan sus frentes.
Todo hace indicar
que la Gestión dio marcha atrás con la medida de abandonar el corte de pasto
domiciliario y ya se fueron observados empleados municipales abordando la
problemática en los frentes de baldíos ó de vecinos abandónicos.
El 08 de
noviembre este portal publicaba la nota titulada “No va más” donde se informó
de la decisión del Ejecutivo de destinar el gasto a otros sectores y dejar de
realizar cortes en sectores destinados al vecino.
Al parecer, todo hace
indicar que la fachada de Villa Elvira como en otras localidades hizo
replantear la situación porque sumado a los altos pastos, la acumulación de
basura y la falta de limpieza, marcaron un abismo entre las intenciones
oficiales y la deslealtad del vecino que ensucia y no cuida su barrio.
La decisión de
Garro preservaba el dinero público y entre otras yerbas abría la puerta a los cortadores
puerta a puerta a mejorar su recaudación.
La medida obedecía
principalmente a las zonas más urbanizadas porque en las zonas más alejadas las
cooperativas de corte y mantenimiento, las que aún quedan en pie, seguían
cuidando los frentes vecinales.
Al parecer, luego
de casi tres meses se tomó la decisión de cortar en algunos sectores donde el
abandono era notorio. Durante la semana, un supervisor y dos cortadores
recorrieron las cuadras y fueron cortando a su paso. Con el pasar del día, barrenderos
embolsaron la basura.
Este medio
desconoce si realmente fue una decisión consensuada con el Ejecutivo o si
obedece a decisiones personales desde la delegación o de la dirección de
Espacios Verdes. La cual no sería tan descabellada si se tiene el cuenta el
aspecto que presentaban los barrios.
En definitiva, el
Municipio no pudo o no quiso apercibir o sancionar a los vecinos infractores
que no cuidan el frente de sus moradas y nuevamente terminan pagando el resto
de los contribuyentes.