derecha - Federico Molla |
El recientemente asumido
administrador comunal de Villa Elvira, Carlos Mariazcurrena, no se presenta desde el lunes en la
Delegación y el motivo habría sido una agresión sufrida en la madrugada de ese
día donde actores ignorados tirotearon su vivienda.
El delegado, Carlos Mariazcurrena, estaría decidiendo por estas horas dejar el cargo de Administrador Comunal de Villa Elvira y la decisión tendría como
epicentro un hecho de violencia del que habría sido víctima. Salvo Federico
Mollá el resto de los delegados no pudieron mantenerse al frente.
Cuando llevaba apenas 10 días en el cargo,
Carlos Mariazcurrena, ex subsecretario
de seguridad local, tendría decidido por pedido de su familia, dejar el cargo
de administrador comunal, que desde el lunes se encuentra ocupado como interino
por el delegado saliente, Guillermo Ferlín.
Extraoficialmente se supo, que el lunes
alrededor de las 5 am cuando Mariezcurrena se aprestaba a salir rumbo a la
delegación de 7 y 82, en la puerta de su casa del barrio Aeropuerto escuchó una
voz joven que le gritó “Vasco” y acto seguido escuchó detonaciones de armas de
fuego. Cuando pudo salir observó dos jóvenes que se escapaban en una moto.
Vecinos del barrio ubicado a metros de la
Plaza de las Américas afirmaron que en la madrugada del lunes vieron un gran
operativo de seguridad y que los uniformados estaban en la puerta
del domicilio del actual delegado. Se habla de haber escuchado alrededor de
tres a cuatro detonaciones.
Oficialmente no han trascendido mayores
precisiones de lo acontecido el día lunes y nadie explica los motivos de la
ausencia de Mariazcurrena al cargo que recientemente había asumido. Aún no se
sabe si retomará la actividad iniciada o se alejará para preservar la unión
familiar.
Desde el entorno del intendente, Julio
Garro, nadie se ha expresado y mucho menos hubo confirmación oficial del
incidente. Se viene manejando con total hermetismo. Ni del vínculo cercano al
administrador aún no se han escuchado voces de respaldo ante tamaña situación.
El primer delegado de la gestión Garro fue
Daniel Quiroga que dejó su cargo el 26 de febrero de 2016 por una denuncia de
acoso sexual. De todas formas su administración no fue buena y en ese período
desapareció la placa del Hall Central de los 100 años de la localidad.
Para ese entonces, la administración cambió
de dirección y le fue otorgada al sector del actual secretario de Obras
Públicas, Luis Barbier, quién decidió la inclusión de Federico Mollá que duró
en el cargo un período de dos años. En mayo del 2018, luego de un fuerte
temporal donde hubo evacuados en la región y a modo de preservarlo porque no
estaba haciendo una mala gestión si se tienen en cuenta los parámetros
estándares que lo antecedieron y precedieron, el intendente Julio Garro,
sugirió correr a Mollá y darle paso a Guillermo Ferlín.
El ingreso de Ferlín no fue el mejor, tuvo
levantamientos de cooperativistas, recortes de trabajo, incidentes a diario,
una gestión abandónica de la localidad y se le sumaron varios incidentes entre
los que se destacan la agresión sufrida por el sub delegado, Juan Villanueva, que
fue internado por haber sido golpeado en el galpón de la delegación y, más
tarde, los desencuentros con la dirigente de Villa Alba, Estela Sanchez, que de
manera transitoria ocupó la sub delegación. En medio, cayó enfermo y se ausentó
tres meses por problemas cardíacos.
Buscando darle un giro a la gestión en la
región y atentos al descontento vecinal, el Ejecutivo decidió nombrar a un
hombre de confianza que ya había ocupado espacios importantes en seguridad y
convocaron al Carlos “el vasco” Mariazcurrena, que asumió en los primeros días
del mes de febrero con la premisa de que al final de su gestión no existan
diferencias entre el casco y Villa Elvira.
Se viven horas cruciales en las decisiones
respecto al futuro de la localidad. La vuelta de Ferlín al sillón de calle 82,
esta vez lo hizo en soledad dejando atrás a su hermano y sus allegados, no hace
más que mostrar un retroceso que a esta altura espera de decisiones inmediatas.