Vecinos de 116 y
604, en el barrio de Villa Alba, no saben más que hacer con un predio que por
las tardes hay torneos de fútbol y por las noches se convierte en bailable. Denunciaron
que el fin de semana en las canchas hasta hubo apuñalados. No son todos los
frentistas los que se oponen porque cada uno aprovecha la ocasión.
En el complejo La
Luna, que abarca toda una manzana en el barrio de Villa Alba, ha puesto vecinos
contra vecinos y el Estado brilla por su ausencia. Mientras que por un lado
molesta la música, el polvo y las peleas, por el otro, sacan tablones a la
calle hacen choripanes y venden bebidas.
Vecinos que se
sienten damnificados por la movida que se desarrolla en el lugar, coincidieron
en afirmar que hace casi 10 años atrás el lugar era un sosiego para aquellos
que amaban la lejanía del centro y encontraban la paz en sus hogares.
La llegada de los
nuevos dueños y el cercamiento del predio hicieron enojar a algunos frentistas
que sostienen que “se alambraron hasta las veredas y más allá del lote que les
pertenece”.
Al parecer, la
convivencia no es la mejor porque los fines de semana se organizan torneos de
futbol y los pelotazos superan los alambrados que fueron colocados y la
polvareda se hace insoportable. “Tenemos chicos que sufren de problemas
respiratorios y cuando hay futbol tenemos que tener todo cerrado porque es
terrible el polvo que vuela” dijo una vecina que no quiso brindar su identidad.
Este medio desconoce si existen denuncias sobre aprietes o altercados, aunque según versiones habría algunas radicadas en la comisaría de Ponsatti pero la gran mayoría teme por hacer público lo que allí sucede.
Contaron vecinos
en las redes, que durante la última jornada del fin de semana en el plazo de
dos horas, hubo dos grescas que terminaron con apuñalados.
De todas formas,
los frentistas se queja en primera instancia por el alto del tejido, los
gritos, la polvareda que generan los partidos, la música alta de los autos de
los competidores que finalizado el juego se quedan comentando las jugadas con
la música alta, y resaltan que muchos participantes no tienen ningún decoro y
orinan o se cambian en medio de la calle a la vista de niños y niñas.
Si esto fuera poco, finalizados los torneos
durante el fin de semana, la jornada vuele a tomar color por las noches cuando
abre las puertas el bailable “La Luna de Diego” y las juntadas en la calle, los
autos, motos y todo el ruido vuelve copar el ambiente.
Según afirmaron
se presentaron reclamos en la
Delegación de Villa Elvira, y hasta se acercaron personalmente con el titular
de Convivencia y Control Urbano municipal para que tomen intervención ante
todos estas denuncias, pero aún no han tenido respuestas ni presencia del Municipio.
No todos los
vecinos están inconformes con la presencia del predio, porque son varios los
frentistas que organizan parrilladas, choripanes, venden bebidas, y hasta
cuidan autos durante toda la jornada, aprovechando la gran cantidad de gente
que circula por la zona.