Los clubes tambalean con las boletas de los servicios


Daniel Rodriguez Pte Club Villa Elvira
    Los aumentos de las tarifas, sumado a que a los clubes de barrio se les cobra por metro cuadrado han puesto nuevamente a varias instituciones al borde de la quiebra. 

    Las boletas de gas y de agua que llegan mensualmente ya vienen con la amenaza del corte del suministro porque los clubes no pueden afrontar los altos costos que demandan.

    Por Villa Elvira la cosa no afloja ni es diferente para ninguna institución. El club Villa Elvira de 120 y 75 que no solamente tienen cortado el servicio de agua por falta de pago, sino que se les exige que cumplan con una deuda de 140 mil pesos que ellos pensaban caída producto de una condonación anunciada el año pasado.

   Daniel Rodriguez, presidente de la institución de 120 y 75, se quejó de los parámetros que toma la empresa para facturar, dada cuenta que en el club solamente el servicio de agua se utiliza para alimentar dos baños, pero se les cobra un importante importe, dada cuenta que se toma en base al lote que ocupa, por lo que el dirigente opinó que “son siete lotes y nos cobran por cada uno de ellos, aunque no gastamos más que el agua de los baños.

Desde la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de La Plata aseguraron que lo que cobran las empresas de servicios “es muchísimo para las economías de las instituciones”.

La boleta del agua no es la única que sobresalta a los dirigentes cada vez que llega. Según Alberto Alba, la boleta del gas suele ser un problema también. “En Camuzzi, cuando queremos reclamar no nos atienden. Y además ahí dicen que tenemos la tarifa social pero la verdad es que casi ninguna entidad cuenta con ese beneficio”, planteó el presidente de la Federación que además aclaró que Edelap sí les realiza a los clubes que se inscriben para esa bonificación un descuento del 30 por ciento.

Días atrás, el intendente Julio Garro convocó a todos los sectores de la Ciudad (las cámaras vinculadas a la producción, los colegios profesionales, las universidades, los clubes) y se conformó un Consejo que atienda los diferentes problemas que surgen en la Ciudad. “En esa oportunidad planteamos la cuestión de las tarifas como una de nuestras mayores preocupaciones, pero vemos que el tema no se está tratando”, resaltó Alba.

Además de afrontar los servicios domiciliarios, las instituciones tienen que hacerse cargo de otros gastos, desde seguros hasta la compra de materiales para mantener el día a día de cada entidad. “Lo que agrava el panorama -remarco Alba- es que cuando más problemas económicos hay, menos recaudan los clubes. Porque las familias de los pibes no pueden pagar las cuotas y por lo general en las instituciones los becamos para que no tengan que dejar la actividad”.
Ocurre también que en los tiempos de crisis, suelen destacar los dirigentes, son los momentos en que los chicos de familias de bajos ingresos más necesitan de su club de barrio, que funciona asimismo como una contención social.