Somos todos buenos pero el poncho no aparece


   Mucho se puede escribir sobre varios temas. Y estos planteos quizás, como muchos de su historia, si se trata de Villa Elvira, se convertirán en cíclicos por lo que tienen un abordaje a través del tiempo. 
   Sus calles rotas, el zanjeo, la inseguridad, la frecuencia de los micros, las inundaciones, la limpieza y tantos otros temas son cíclicos en Villa Elvira.
   Hoy la cadena del incesante y repetido de que todo pasa, ubicará al lector en el día que se robaron una placa de mármol de aproximadamente de un metro por un metro del hall de la Delegación Comunal de 82 entre 7 y 8, donde constaba la fecha del aniversario 100 de la localidad.
   Esto es muy simple, entre datos más y datos menos, la placa hacía referencia a Elvira Ponzatti, dueña de las tierras donde hoy crece la localidad, acompañada de la fecha 1908/2008, llevaba el nombre del intendente de ese momento, Pablo Bruera, el presidente del Concejo Deliberante de entonces, se trataba de Javier Pacharotti, y dejaba también la huella del administrador comunal, Maximiliano Attemberg.  
    Habría que hacer un poco de memoria, para situarse en ese entonces, porque entre la caída de Bruera y la asunción de Julio Garro, la gran mayoría de la dependencias del Municipio, incluyendo las delegaciones, pasaron por una gran anarquía donde los salientes en muchos casos ya se habían ido con tiempo y los entrantes se quejaban que no les habían dejado ni un alfiler para trabajar.
    Para el caso de la Delegación de Villa Elvira, ya pasados dos años,  no se ha sabido de ninguna denuncia del faltante de materiales, herramientas o que el último administrador comunal, Maximiliano Atemberg, haya tenido algún reclamo del Tribunal de Cuentas.
    Por estos tiempos y cada tanto, es el propio Attemberg quién sigue reclamando la aparición de la placa centenaria de la localidad, remarcando que cuando se retiró y entregó las llaves el recordatorio aún estaba colgada en la entrada de la dependencia.
    Guillermo Ferlín, el actual delegado que lleva un puñado de meses al frente del sillón de calle 82, algunos opinan que no le queda mucho más, no entra en ésta compulsa que quedará situada en la brecha de los años 2015 y 2017 a lo sumo, y por donde pasaron dos administradores comunales, Daniel Quiroga y Federico Mollá.
    El reclamo del faltante lo hizo el propio Attemberg mientras Daniel Quiroga se iba en un proceso de destitución un tanto sucio. La noticia de la salida fue brindada por  Cadena Río, el 25 de febrero de 2016, poniendo en evidencia la denuncia de acoso sexual formulada por una cooperativista de 30 años, y agregando el dato que el Delegado saliente tenía sobre sus hombros otra denuncia del mismo tenor por su paso por una fuerza de seguridad.
    Con el ingreso de Federico Mollá y anoticiado del faltante, Noticias de Villa Elvira, indagó al respecto. Ambos delegados negaron saber sobre la placa.
    A  Daniel Quiroga, se lo abordó durante un timbreo de Cambiemos durante la última campaña política y negó rotundamente tener conocimiento de la placa centenaria. Es más, afirmó que cuando se retiró de la Delegación “estaba colocada”.
   La inconsistencia del relato de Quiroga se choca con la denuncia de Atemberg que remarcaba el faltante de la placa.
   Por tanto, por el lado de Mollá negó tener conocimiento de la existencia de la placa y asumió el compromiso de averiguar qué había sucedido. Al parecer, abandono la gestión sin que nadie haya soltado prenda del destino de la obra.
    Han pasado dos años y la placa no aparece. Que el lector no se vaya a pensar que se están rasgando las vestiduras por ambos bandos. Desde el oficialismo nunca le dieron trascendencia y con sus silencios dejaron en claro su postura ante la placa centenaria.
   Y mal que les pese a los interesados de la gestión anterior, ningún concejal reclamó por la misma, ni propuso su reposición, ni ningún dirigente del FPV, PJ, o ninguna de sus ramas, movieron el amperímetro para expresar su repudio al faltante de la insignia que seguirá siendo un tema cíclico  de Villa Elvira.