La puja violenta de la UOCRA se ancla en la región

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Laura Romoli - Periodista -
En el Panorama local del domingo próximo pasado del diario El Día, informe redactado por la periodista Laura Romoli, denunció que grupos organizados vinculados al gremialista, Juan Pablo “Pata” Medina, se encuentran organizándose en distintos puntos de la ciudad y remarca que en Villa Elvira hubo toma de obras e intimidaciones por parte de la interna sindical. 
La cronista se despachó con un amplio informe en el panorama local del diario más popular de la ciudad y denunció que la interna sindical se encuentra en ebullición y subrayó que los encuentros de los grupos antagónicos sobresalen los tiros y las amenazas, la violencia y los heridos.
Con respecto a Villa Elvira, Romoli hizo notar que: “Es real que los distintos grupos que responden a facciones internas de este sindicato se mantienen activos organizándose en varios barrios. Vecinos de Villa Elvira –por dar un ejemplo- vienen denunciando la toma de obras y actividades que sin tomar dimensiones de estado público inquietan e intimidan a la comunidad, fundamentalmente porque entre estas personas la presencia de armas de fuego parece ser una constante y porque sin denuncias específicas son muchos los que los involucran en la comisión de otros tipos de delitos”.

El INFORME

Tiros, amenazas, episodios violentos, heridos y muertos muestran el lado B de La Plata: el de una mafia anclada en varios barrios de la Región y que está directamente vinculada al subsistema cuyo liderazgo adjudican a Juan Pablo “Pata” Medina y que, con el gremialista preso o en libertad, sigue funcionando en paralelo a la actividad cotidiana de la Ciudad.
En los últimos días detenidos, heridos, denuncias y amenazas mediáticas han aparecido como síntoma de un submundo local difícil de desarticular, pese a la intervención de la Uocra y a que el peso de la Justicia haya caído, finalmente, sobre quien durante 20 años ejerció en nuestra región la violencia y la extorsión en el ámbito de la construcción. Enfrentamientos armados en Berisso, en Ensenada, en Barrio Aeropuerto, incluso en Rosario exhiben la disputa por la herencia del poder en el gremio y en diversas actividades punteriles de los barrios más periféricos. Muestran que preso el “Pata” no se acabó la mafia. Y despiertan la inquietud: “¿Servirá la intervención terminar de verdad con las actividades ilegales de la filial sindical?
INTERVENCIÓN
Por ahora sólo puede evaluarse que el interventor gremial, Carlos Vergara, se mueve custodiado y no sólo por nuestra ciudad: a su secretario y hombre de confianza lo atacaron a tiros hace dos meses en Rosario, asesinando a su acompañante y la justicia sigue la pista que vincula el episodio a la interna platense. El resto forma parte de una sucesión de hechos violentos y descontrolados de jóvenes armados vinculados a la Uocra y de disputas por control del territorio (léase las localidades de nuestra ciudad).
“Luego del violento robo a su casa de Punta Lara, “Pata” Medina responsabilizó por el hecho a su nieto Brian”

Es real que los distintos grupos que responden a facciones internas de este sindicato se mantienen activos organizándose en varios barrios. Vecinos de Villa Elvira –por dar un ejemplo- vienen denunciando la toma de obras y actividades que sin tomar dimensiones de estado público inquietan e intimidan a la comunidad, fundamentalmente porque entre estas personas la presencia de armas de fuego parece ser una constante y porque sin denuncias específicas son muchos los que los involucran en la comisión de otros tipos de delitos.
PUJA VIOLENTA
Luego de un sugestivo robo violento ocurrido el fin de semana pasado en su casa de Villa del Plata, desde el penal de Ezeiza Medina acusó a su nieto, Braian, hijo de su hija, Analía Medina. La esposa del sindicalista, Fabiola García, fue directamente a la Justicia y su hijo, Agustín, advirtió sobre la violenta puja. En definitiva, y faltando mencionar a muchos otros personajes involucrados, el clan Medina se disputa la herencia de poder del “Pata”. Y si lo hace es porque el tejido mafioso por el que el año pasado gran parte del círculo del sindicalista fue preso, no está del todo desarticulado sino apenas “dormido”.
Tanto la gobernadora, María Eugenia Vidal, como el intendente, Julio Garro, habían hecho hincapié el año pasado al referirse a la detención del “dueño de la avenida 44” en que las maniobras que se le endilgan a Medina y su comportamiento extorsivo para con las empresas tenían una única explicación: la connivencia política, judicial y policial.

Vale seguir de cerca entonces hasta dónde hay voluntad de llegar para erradicar el descontrol que aún pulula en la Región, a veces silencioso y otras vivido y narrado con letras policiales. Un capítulo aparte merece el descontrol de la venta ambulante y la violencia que, por caso, generó en los últimos días en las calles de la Ciudad.