Nota La Nación : Ante la ola de inseguridad que golpea a los vecinos platenses, el intendente Julio Garro aseguró que el 70% de los delitos son cometidos por delincuentes que llegan desde otros distritos y señaló que fue aprobada una ordenanza para colocar más de 1000 cámaras de seguridad. Por ahora, los robos crecieron 25% en el primer cuatrimestre de 2018 según estadísticas oficiales. "De mi boca no vas a escuchar que la seguridad es una sensación. Por supuesto que hay hechos de inseguridad, hay barrios que quizá tengan cierta complejidades respecto de otros. Lo que estamos haciendo con las fuerzas provinciales y federales es ir tratando de golpear esos lugares donde sabemos que se esconden delincuentes o se vende droga", dijo Garro y agregó que cada viernes sostiene una reunión de análisis con representantes de las áreas de seguridad bonaerense, nacional y con jefes policiales.
-En los últimos meses hubo hechos singulares como el asesinato de un joven a dos cuadra de la catedral; una entradera con armas largas sufrida por los padres del futbolista Lucas Pratto; el asalto a un complejo deportivo con 200 personas adentro, y una salidera bancaria en pleno centro platense. ¿Considera que hay zonas liberadas?
-Es fácil decir que hay una zona liberada, pero es difícil de comprobarlo. Ojo que yo también he dicho que hay zonas liberadas. Pero lo que no hay que olvidarse es de que La Plata fue la ciudad donde se dio el golpe más fuerte a la corrupción policial.
-¿La Plata se transformó en una zona con más delitos?
-Hay muchos delincuentes que llegan desde el conurbano, sin que esto signifique que los otros municipios sean malos y nosotros seamos buenos. Es algo que lo tenemos medido, porque el 70% de los detenidos aquí son de otros distritos. La Plata tiene inseguridad como todos los municipios. No lo niego. Sí puedo garantizar que estamos poniendo todo lo que tenemos que poner con la provincia y la nación para llevarle tranquilidad a la gente. Esto no se soluciona de un día para otro, ni siquiera se puede solucionar con más policía en las calles. Es un cambio más profundo, con más educación, más oportunidades, más prevención.
-¿Qué se hace mientras tanto para combatir la inseguridad?
-Luego de mucho tiempo se logró hacer una mesa de coordinación territorial. La integran el área de seguridad del municipio y representantes de fuerzas nacionales y provinciales, la policía local y la Justicia. En ese espacio diseñamos las estrategias para cada barrio. Además, el municipio instaló una línea telefónica [221 479-4422] para que cualquier vecino pueda hacer una denuncia anónima. Nosotros tomamos ese aviso y lo transformamos en una denuncia penal; la firmo y la llevamos a la Justicia. El mes pasado llevamos una denuncia vecinal a la fiscalía, donde se señalaron 30 puntos de venta de droga.
-¿Por qué crecen las bandas de menores que roban con la modalidad piraña?
-Comenzaron robando en comercios del centro y ahora rompen vidrieras. Los hemos detenido 37 veces y la verdad es que salen porque la ley así lo marca. Están todos identificados y por eso estamos trabajando con los padres a partir de la Casa de Abrigo, uno de nuestros espacios institucionales para ayudar a este tipo de chicos.
-¿Por qué hay menos presencia en las calles de la Policía Local?
-La Policía Local nació con muchos vicios. Y uno de esos problemas fue electoral. En 2014, cuando se lanzó esta fuerza, La Plata recibió 1194 efectivos y al siguiente año comenzaron las merma hasta llegar a 890. Ahora solo tenemos 750 repartidos en tres turnos. Muchos quedaron en el camino. Algunos por ineptitud o falta de vocación. Muchos jóvenes se anotaron para conseguir trabajo, pero ser policía no es lo mismo que atender un negocio.
-¿Hay suficientes cámaras de seguridad?
-Cuando llegamos al gobierno municipal solo había 290 cámaras para cubrir los 927 kilómetros cuadrados que tiene La Plata. Ahora estamos comprando 600 cámaras y vamos a pasar las 1000 unidades. También aprobamos una ordenanza que da al vecino la posibilidad de sumar su cámara de seguridad privada a la red de monitoreo del municipio. Obviamente son cámaras que están direccionadas a la vía pública, no el interior de la casa. Es algo novedoso y vamos a ver la respuesta de la gente.
-¿Usted vive en la ciudad?
- Yo vivía en La Loma hasta 2013, cuando me mudé a un barrio cerrado. Siempre hubo cierta inseguridad en ese momento, hasta habíamos desarrollados códigos propios, como dar una vuelta a la manzana para ver si nos seguían. Luego me mudé a un barrio cerrado al dejar de ser legislador, ya que no me había presentado a cargos electorales.
-Pero ahora sigue viviendo en un country. ¿No es contradictorio que un intendente viva en un barrio cerrado?
-Yo no lo veo así. Juzgar a una persona por donde vive no tiene nada que ver con la capacidad que tenga de estar en los barrios y conocer sus problemas. Yo podría vivir en un asentamiento y tengo la obligación de ir a caminar, también, por los barrios cerrados. Yo vivo desde antes de ser intendente en un country, no es que compré una casa desde que fui jefe comunal. Elegimos vivir ahí con mi mujer. Pero la verdad que a tres meses de haber asumido como intendente nos asaltaron a toda la familia y eso me hizo preguntarme para qué vivo en un barrio cerrado si tengo la misma vulnerabilidad que tienen todos.