Seguramente cuando diseñaron la idea de montar volquetes en distintas esquinas de la localidad también se habrán planteado el problema de la capacidad operativa del Municipio respecto a brindar respuestas ante el llenado de cada uno de los lugares. Terminaron desbordados.
La instalación de volquetes en el límite entre Altos de San Lorenzo y Villa Elvira trajo un poco de alivio para los vecinos de la zona y un aluvión de quejas por cómo fueron instalados y el servicio de recolección de los residuos que se arrojan en esos depósitos.
José Parma, vecino de la zona, remarcó que “lo que en un principio pudo haber sido una buena acción, terminó en un peligro tremendo y en la generación de más basura”.
Por ejemplo, aseguró el vecino, “están colocados de manera tal que en la zona de 605 a 608 no ves a quien viene por la calle transversal y ya hubo más de un roce entre vehículos porque no te da margen para hacer una maniobra que evite un encontronazo”.
El vecino también remarcó que “hay mucha gente de otros barrios, como Parque Sicardi, que vienen hasta acá a tirar todos sus desechos, a cualquier hora. A la tardecita ya están desbordados. Y un rato más tarde aparecen quienes trabajan con el cartoneo, revuelven todos la basura y dejan un chiquero impresionante. Como la recolección de la basura, con suerte, la hacen a las 10 de la mañana, muchas veces esto termina en un foco de contaminación que atrae roedores y bichos de toda clase, con el peligro sanitario que eso significa”.
Por su parte, desde la Municipalidad se informó que se “se le pidió a la empresa Esur que revea la ubicación de los contenedores y el horario de la recolección de los residuos para evitar trastornos a los vecinos de la zona”.