El conflicto entre un grupo de choferes de las
líneas Este y 520 y la empresa Expreso La Plata,
que explota ambos servicios, parece no encontrar salida. Ni siquiera la
presencia e inspección ocular que hizo ayer el fiscal Marcelo Martini,
a raíz de la denuncia de la compañía por la toma y presuntos
daños en la terminal de ruta 11 kilómetro 8 alcanzó para revertir la situación
y más de 70.000 usuarios se quedaron a pie por tercer día consecutivo.
La empresa busca, al menos, liberar las unidades que quedaron
dentro del amplio predio de Villa Elvira, pero los intentos realizados no alcanzaron, al
menos hasta el cierre de esta edición, para recuperar los micros y retomar el
servicio.
La
denuncia que hicieron los propietarios de la compañía plantea que la situación
no se encuadra en un conflicto gremial, sino que es un episodio penal, por la
toma de las instalaciones y la imposibilidad de acceder a los bienes de la
empresa. Además, argumentan que se trata de “cuatro ex choferes que fueron
despedidos por diferentes razones, quienes son apoyados por gente ajena a la
empresa, y no permite que cerca de 250 choferes puedan cumplir con su trabajo”.
INTENTO FRUSTRADO
Ayer,
según trascendió, hubo un intento por liberar las unidades. Habrían llevado a
las inmediaciones de la terminal un micro con choferes para recuperar los
micros. La posibilidad que manejaban desde la empresa era que la intervención
del fiscal Martini permitiera “recuperar” las unidades. Sin embargo, trascendió
que el funcionario judicial sólo fue a realizar una inspección ocular al lugar,
a dialogar con quienes ocupan el predio y sumar elementos para la causa
judicial que se inició.
Enterados del intento de recuperar las unidades, quienes ocupan
el predio “planificaron un abrazo simbólico para evitar que se lleven los
micros”. Ezequiel Carone, quien
se transformó en vocero de la protesta, dijo que “queremos recuperar las
fuentes laborales, que intervenga el gremio y la empresa y se establezca un
canal de diálogo para buscar una solución. Acá somos más de 100 personas, hubo
25 despidos, y estamos día y noche para preservar nuestras fuentes laborales.
No queremos que ninguna familia se quede sin su puesto de trabajo”.
Voceros de la empresa indicaron que “la terminal fue tomada el
lunes a las 4.10 de la mañana, con el uso de armas e intimidando a los choferes
para evitar que se cumpliera con el servicio. Hubo cinco despidos en los
últimos meses y fueron quienes no reconocieron esa situación, junto a personas
que no pertenecen a la empresa los que tomaron el lugar en forma violenta. Esto
no es un conflicto gremial, ya que el sindicato, la Unión Tranviarios Automotor, no los apoya. Es un episodio
penal y por esta razón se iniciaron las actuaciones legales correspondientes”.
Quienes
están en la toma indicaron que “los choferes nos apoyaron con esta medida, que
llegó tras haber dado distintos pasos administrativos y legales. Todo lo que se
denuncia se puede comprobar que no es cierto. Estamos cuidando el predio porque
queremos preservar nuestras fuentes laborales”, dijo Carone.