Vive en Villa Elvira y bailará en Rio 2016

 

Informó el diario Hoy que Ariel Calfucurá es un museólogo y actor radicado en el barrio platense de Villa Elvira. Su madre es de origen italiano pero su padre es descendiente directo de Calfucurá, uno de los caciques mapuches más respetados y memorables de la historia argentina, leyenda nacional que combatió en las guerras civiles de la época de Rosas y sobre la que se crearon numerosas fábulas que alimentan su mito. Se decía, por ejemplo, que tenía dos corazones o que tenía a su servicio un jinete fantasmal que lo ayudaba en las batallas.

Su ilustre ascendencia llega también al beato Ceferino Namuncurá, nieto del caudillo Calfucurá. Ceferino fue un joven salesiano nacido en Río Negro cuya devoción popular se fue difundiendo desde mediados del siglo XX por toda la Argentina en base a decenas de milagros, entre los que la Santa Sede reconoce el producido a una joven cordobesa de 24 años, Valeria Herrera, enferma de un cáncer de útero terminal que, tras rezarle a Ceferino, fue curada milagrosamente. Esto logró que, hacia el año 2007, el por entonces Sumo Pontífice, Benedicto XVI, lo nombrara oficialmente

beato. Ariel expresa, sin embargo que “Ceferino hizo un montón de milagros más. Hay muchos otros casos de personas que aseguran haberse recuperado de una enfermedad rezándole a Ceferino, el Indio Santo”.

En base a esta genealogía familiar y a su devoción por la cultura mapuche, Ariel fue nombrado cacique de la comunidad “General Juan Calfucurá” de la ciudad de La Plata, entidad reconocida oficialmente que fue recibida por el Presidente Mauricio Macri en un encuentro con distintas comunidades, efectuado al iniciar su mandato.

En diálogo con Hoy, Calfucurá cuenta: “Como mapuche, no busco más que prolongar y preservar nuestra espiritualidad, conectada a la tierra y a la naturaleza”.

Ariel trabajó como organizador del pasado mundial de Brasil para la FIFA y, en razón de esto, fue convocado por el Comité Olímpico Internacional para participar de la apertura y el cierre de los Juegos de Río de Janeiro que empiezan en pocos días.

“Yo digo que soy actor profesional, porque me recibí oportunamente, y por eso me llamaron para hacer una coreografía que va a ser muy hermosa. Voy a estar al lado de Neymar, de Ginóbili, de Phelps, esto me genera una gran emoción”.

Aunque Calfucurá asegura que no puede adelantar detalles del evento, afirma que será “una ceremonia inolvidable, un sentimiento coreografiado que contará toda la historia de Río”.

Rodeado por personas de todos los países y religiones, Calfucurá explica que su conexión especial con la cultura brasilera se da porque “ellos sienten de manera íntima al indio, lo respetan y lo valoran, es algo arraigado a su visión del país. Los argentinos no somos así”. 

A pesar de las noticias que llegan a la Argentina sobre las fallas en la organización, el cacique dice que “los medios maximizan todo y generan una sensación casi terrorífica. Yo quiero desmentir esto. Los Juegos van a ser una fiesta”.