Siempre que llovió
paró dice el viejo dicho y, sin tocar el tema clima por estas horas, para Villa
Elvira no todas son malas noticias. Quieren imponer un impuesto a la cola del
Banco y la localidad de 100 mil habitantes festeja porque no tiene ninguna
sucursal. Apenas tres cajeros automáticos.
El intendente
platense, Julio Garro, tiene previsto implementar una serie de ajustes, con
incrementos de la tasa SUM, suba del valor del registro, impuesto al asfalto, y
le quiere cobrar una tasa a las entidades bancarias que repercutirán en el
bolsillo en el mostrador, pero esta vez, Villa Elvira, es exenta de este
gravamen por la localidad de más de cien mil habitantes no tiene sucursales
bancarias.
Los ajustes de
Cambiemos pasarán por la próxima sesión del Concejo Deliberante, aunque la
modalidad recaudatoria oficialista puede trastabillar por no contar con el
apoyo de los ediles de otros bloques o pueden empezar a verse aquellos aliados circunstanciales
que levanten la mano más motivados con el bolsillo que con el corazón.
Poco se espera de
la sesión de mañana, para salir de lo colectivo. Alguna pelea entre ediles de Cambiemos
y del PJ. El colectivo a Bariloche que muestran en cada sesión los concejales
camporistas, sus militantes y los periodistas afines que juegan mientras los
otros debaten. Y seguramente los proyectos oficialistas tendrán un despacho
para la Comisión de Hacienda.
En comisión serán tratados
y no habría de extrañarse que ante cualquier pacto sucio, entre gallos y
medianoches, en los próximos días, cualquiera de estos intentos recaudatorios tenga
un desenlace que termine con la explotación del bolsillo del usuario.