Se calcula que en La Plata hay unas 60 canteras de diferentes características y la mitad está sin habilitar. El dato lo aportaron ayer fuentes comunales y surge de un relevamiento regional de todas las cavas de la zona, que se encaró con el objetivo de sanear esos espacios, ya sea que estén parcialmente activos o abandonados.
Ocurre que el “pasivo ambiental” que representan decenas de antiguas explotaciones de tierra y tosca plantea cada vez más desafíos en tiempo presente y futuro. Y por eso en las últimas semanas las autoridades de la Dirección de Control Ambiental, dependiente de la Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano, puso bajo la lupa el funcionamiento de estos espacios y las normativas que los regulan.
En ese marco, se clausuró una cantera que figuraba inactiva y funcionaba sin la correspondiente habilitación municipal en el barrio de Villa Elvira.
Como consecuencia de las inspecciones realizadas en las últimas semanas, la Dirección de Control Ambiental procedió a clausurar la cantera ubicada en la calle 619 y 120, en tanto que retiraron del lugar una máquina y tres camiones y se los intimó a descargar.
El Director del área, Sergio Garritano, señaló al respecto: “Tenemos un registro de canteras habilitadas y esa cantera funcionaba inactiva. Cuando fuimos nos encontramos que estaba activa, pedimos los papeles y no había nadie que los presentara por lo que para nosotros estaba en infracción”.
“Hicimos retirar los camiones, la máquina y la gente que estaba ahí. Es muy importante que las canteras estén reguladas para evitar que se profundice la contaminación ambiental en nuestra ciudad”, agregó.
Desde la Municipalidad informaron que “la inspección formó parte de un relevamiento regional de todas las canteras, a raíz de que hoy el Municipio cuenta con un aproximado de 60, de las cuales sólo el 50% se encuentran habilitadas”, según detalló el Registro de Minería.
En el plano municipal, la ordenanza 9760, sancionada en octubre de 2004, establece que tanto las empresas que realicen “actividades extractivas de suelos” como los propietarios de cavas y canteras abandonadas deben cumplir con una serie de requisitos, entre los que se cuentan rodear el predio con un alambrado olímpico cuya altura sea superior a los 2,10 metros; colocar cartelería que indique la proximidad de la excavación; y “custodiar el predio y sus accesos con personal de vigilancia privado durante las veinticuatro horas”.