Realpolitik confirmó la noticia que corrió como reguero de polvora: Echaron al Delegado de Villa Elvira
Hoy no fue una jornada más en la delegación de Villa Elvira. Al malestar de los trabajadores por la falta de pago se sumó el caso puntual de una cooperativista que denunció en las últimas horas al delegado comunal por acoso. En horas del mediodía, en el momento en que Daniel Quiroga se encontraba en el palacio municipal, la denunciante Mariana Ocampo dialogó con REALPOLITIK para conocer los fundamentos de la acusación.
Cabe agregar que el subdelegado Marcelo Sarchino dijo a este medio que “están las actuaciones en la Justicia y esperamos que se expida, estamos sujetos a derecho”. Y además aclaró: “No es así como la chica lo manifiesta, no sé si hay razones políticas o estrictamente personales”. El funcionario también argumentó que “la señorita venía suspendida, en una situación conflictiva con todos en general”.
A continuación, la entrevista completa.
RP.- ¿Cómo llega a trabajar en la delegación?
Yo trabajaba políticamente con la anterior gestión y cuando empezaron a anotar acá, vine, me anoté y entré a trabajar con esta gestión el 10 de diciembre. El 14 me llevaron al local del Pro de 6 entre 76 y 77, me ubicaron ahí para trabajar. Me parecía raro porque si soy una cooperativista tengo que barrer. Trabajaba bien, cumplía cuatro horas y desde el 25 de diciembre hasta el 25 de enero trabajé doble turno, de las 7.00 de mañana hasta las 4.00 de la tarde.
RP.- ¿Te pagaban lo que correspondía a ese doble turno?
No, cobraba 3.500 pesos nomás, cuando teóricamente iba a cobrar doble sueldo. En esa fecha cobré y les dije que me iba de vacaciones una semana. Tenía que volver el 28 y como volví el 8 de febrero me dijeron que vaya a barrer por 8 de 80 a 89, y fui. El martes les pregunté si iba a volver al local, entonces adentro de la delegación el delegado me dijo: “Vos negra me gustás, vos sabés lo que tenés que hacer para quedarte ahí acomodada”. Y yo ahí le dije de todo. En ese momento me fui y a la tarde hablé con el subdelegado Marcelo Sachiro, él me dijo que me quedara tranquila.
Después de ese episodio cuando venía a trabajar me trataban así como indiferente, mal y yo soy una persona explosiva: si me tratan bien, trato bien, y si me tratan mal, trato mal. El lunes de la semana pasada vine a trabajar y no había planillas, nos anotaron en una hoja en blanco. El martes falté, lo reconozco. El miércoles llovió y no trabajamos por la lluvia. Y el jueves veo que me habían puesto falta el lunes, martes y miércoles, y decía baja. Me enojé, salí con los chicos y mi papá en el camión hasta las 12.00 del mediodía, volví y debajo de las faltas y de la baja firmé los cuatro días.
Ese mismo día me pongo enfrente de la delegación con mi mamá, un grupo de compañeras, mi nene y sale Alejandra Rosetti, la jefa de administración, para decirme que soy una “negra de mierda”, “quilombera”, que ahora iba a ver a dónde trabajaba. No conteste nada, sí le dije: “Esta negra vas a ver a dónde llega”. Inmediatamente fui a hacer una denuncia y de ahí a la municipalidad, hablé con el señor Nelson Marino, con la secretaria de Julio Garro y con otro señor más, ellos me dieron la garantía de que iba a volver a trabajar. Me suspendieron dos días en la delegación y me dijeron que no me presentara a trabajar hasta que ellos me avisaran. Como ellos no me avisaron, fui a la municipalidad y pregunté. Allí me dijeron que me tenía que presentar y cuando vine hoy se desató todo esto.
RP.- ¿Usted lo conocía de antes al delegado?
Lo conozco hace años, toda mi vida viví en la zona de 6 y 600 y él tenía en diagonal a mi casa una remisería. Yo tenía entre diez y doce años, ahora tengo treinta. En ese momento se empezó a correr el rumor que un remisero había violado a una nena de doce años. Nunca imaginé cuando vine acá que era él. Cuando hago esta denuncia salta que él estuvo detenido por un abuso sexual a una menor de doce años y que salió por la ley dos por uno. Estuvo preso cinco años en Olmos.
A mi sola no me pasó sino a un montón de compañeras y no hablaron en su momento por el miedo que las bajaran del trabajo, es difícil conseguir un trabajo. Espero que hagan algo, que no vuelva una gente así… Uno puede aceptar que venga un ladrón pero, ¿un violador? El intendente no tiene la culpa, él nos dio una mano bárbara, estamos muy agradecidos por el tema laboral. Cuando no nos habían pagado el sueldo, para las fiestas él nos pudo pagar, pudimos pasar una fiesta -dentro de todo- dignas gracias a él, estamos muy agradecidos con Garro. Todo esto no lo hacemos para perjudicarlo al intendente pero sí el presidente o él tienen que rever la gente que ponen en cada delegación. Así como piden un antecedente policial para un trabajo, que lo pidan para poner a alguien en esta función, más habiendo un jardín al lado, un jardín maternal enfrente. Es bastante complicado, pido reverlo nada más. Yo voy a ir hasta el final y lo voy a demostrar.