Es una fija del verano: cada vez que el termómetro sobrepasa la barrera de los 30º se dispara la demanda de energía eléctrica y la estabilidad del suministro empieza a tambalear. Esos tres factores volvieron a combinarse ayer en La Plata y se tradujeron en un calvario para miles de platenses que fueron rehenes de prolongados cortes de luz, algunos de más de 40 horas.
En sectores de La Loma, Tolosa, Villa Elvira, Ringuelet, San Carlos, Los Hornos y el microcentro, el ánimo de los frentistas fue del hartazgo a la angustia por las fallas del servicio. Vecinos que tiraban los alimentos de su heladera, comerciantes que perdieron mercaderías -además de la jornada laboral-, y jubilados que, sin poder usar ascensores, quedaron presos en sus propios edificios, fueron algunos de los damnificados por las falencias del suministro.
Fue en el marco de una jornada en la que la temperatura rozó los 37º de sensación térmica y hubo récord de consumo eléctrico