Ricardo
Martínez, el nene de 7 años violado y asesinado el pasado martes en su casa de
Villa Elvira, fue velado y enterrado anteayer, en medio de un profundo dolor;
por su parte, fuentes judiciales informaron que para esta semana aguardan por
la declaración del padrastro del joven, acusado del homicidio, y de las
maestras del colegio donde asistía el nene, y que vieron venir la
tragedia.
Además,
los familiares de la víctima llevarán a cabo el jueves una marcha para exigir
justicia y pedir que los responsables del hecho no salgan de prisión. En ese
sentido, el hermano de Ricardito avisó que van a dirigirse hacia las fiscalías
de 8 y 56 y fijó su postura en el caso, inculpando tanto al padrastro del nene
–José Antonio Mendoza Pacheco, 31 años- y a su madre, Gisela Alejandra Alí, de
34. “Los dos estuvieron en el hecho y están implicados en lo que pasó”. Afirmó,
como todos, que “al nene le pegaban y lo maltrataban, y ahora queremos que se
haga justicia. La pareja que estaba con la madre de mi hermano había salido
hace poco de la cárcel, y yo hacía como seis meses que no los veía”. Por
último, indicó que “en mi caso, no pensé que iban a llegar a matarlo, todavía
no lo puedo creer”.
Importante
semana
Para
esta semana, Fernando Cartasegna, titular de la UFI 4 que investiga el caso, se
reunirá con las maestras de Ricardito, para que den precisiones sobre las
denuncias que formularon en distintas instancias, una vez que empezaron a
sospechar que el damnificado y su hermano, de 11 años, padecían de maltrato
doméstico.
La
primera presentación ante la Justicia fue hecha en noviembre del pasado año,
porque el nene asistía a clases “muy marcado”. Marisa Delgado, vicedirectora de
la Escuela Primaria número 27 a la iban los menores, explicó que “citamos a la
madre y al padrastro, que reconoció haberle pegado y dijo que en Perú, de donde
es, es habitual golpear a los niños”.
Alí
negó en esa misma reunión cualquier situación de violencia (pero a Cartasegna,
en su declaración, le dijo que era víctima de su pareja) y rechazó todo tipo de
ayuda.
Justamente,
en su indagatoria frente al fiscal se desligó del crimen y acusó a Mendoza
Pacheco. Por este motivo, el hombre cambió de abogado defensor y cambió,
también, de opinión en cuanto a su negativa de testimoniar ante el doctor; tras
tomar conocimiento de las palabras de su concubina, aceptó hacerlo.