Desde hace tres días, en un sector de Villa Elvira donde los
barrios sociales y las casas “en serie” coexisten con amplios descampados, se
libra una tensa batalla por la tierra. El jueves pasado un grupo de unas cien
familias intentó afincarse en un predio de calle 115 y 89 pero fue desalojado
de inmediato por fuerzas policiales. Desde entonces, los frustrados ocupantes
acampan en una placita aledaña a los lotes en disputa, lo que genera
preocupación y miedo entre muchos de los vecinos ya asentados en la zona.
En el espacio verde de 89 y 115, entre los juegos para chicos
que habían instalado tiempo atrás, se ven ahora lonas sostenidas con tirantes y
algunas carpas que dan forma al acampe improvisado que unas 120 familias -según
calculan quienes reclaman tierras- montaron anteanoche. Esas precarias
construcciones incluso cuentan con energía eléctrica, que obtienen a través de
una extensión de cableado que realizaron desde viviendas cercanas.
“Estamos esperando una respuesta de la gestión que se está
llevando adelante con la Comuna y autoridades provinciales”, dijeron a EL DIA,
ayer por la tarde, referentes de los ocupantes. Como se sabe, el jueves pasado,
con el apoyo de agrupaciones de izquierda como el Frente Popular Darío
Santillán (FPDS) y el MUP, cortaron calle 12 entre 50 y 54 y quemaron cubiertas
para reclamar ante el Palacio Municipal su derecho a “acceder a la tierra y
tener una vivienda digna”.
Quienes participan del intento de intrusión dijeron que “si no
se entregan las tierras seguirán resistiendo”. “No es la primera toma que hemos
hecho y siempre ha sido de manera pacífica, jamás molestamos a nadie del
barrio”, aseguró un joven que se identificó como Mariano, al tiempo que explicó
que “son 120 familias censadas” y “no hay posibilidad” de que se sume ninguna
otra con pretensiones sobre los terrenos.
El intento de usurpación no es indiferente a ninguno de los
habitantes de ese barrio, ubicado a unas 45 cuadras del microcentro platense,
donde por ahora reina una tensa calma. Anteanoche frentistas de la zona de 1 y
85 bis, donde se construye un complejo habitacional para empleados del
ministerio de Obras Públicas, reconocieron a este medio que habían comenzado a
organizarse para resistir cualquier nuevo intento de ocupación.
Sobre ese aspecto, referentes del acampe aseguraron a EL DIA que
“lo que se quiere ocupar es un terreno baldío”, y que “de ninguna manera”
pretenden tomar posesión del complejo habitacional de 1 y 85 bis.
También sostuvieron que como “el anterior dueño de los lotes
falleció ahora los terrenos pasaron a ser fiscales”, aunque por el momento esa
situación es materia de análisis judicial.
La avanzada de las familias que buscan establecerse en los
terrenos alteró la rutina y el paisaje urbano de ese barrio. Hoy se ve un
cordón policial custodiando las tierras en conflicto para prevenir nuevas
intrusiones.
Muchos vecinos viven esta situación con incertidumbre y
angustia, aunque entre los frentistas también hay quienes sostienen que la
intrusión en el predio de 115 y 89 “no les molesta”.
“La verdad no quiero que se queden. Entiendo que el Estado les
tiene que dar una solución, pero personalmente me da miedo que se generen
problemas de seguridad”, opinó Natalia Rack, una vecina que el jueves se
despertó con el ruido del operativo de desalojo.
Y agregó: “Todos acá somos personas que trabajamos para obtener
nuestros terrenos y nuestros hogares. No me parece justo que nada más que
porque un grupo de personas decide agruparse y tomar un terreno tengan derecho
a quedárselo”.
En cambio María Magdalena Giachitti, de la misma cuadra, opinó
que “no tuvimos ningún problema ayer, ni me genera miedo que se queden”.