Al Papa Francisco el padre Rubén Marchioni -cura párroco de la Iglesia Cristo Rey de Villa Elvira- lo vio personalmente sólo dos veces en su vida. Y sin embargo parecieran más que suficientes para haber logrado una identificación plena, más allá de coincidencias tales como que a ambos los ordenó la misma persona, monseñor Antonio Quarracino, a Bergoglio como obispo auxiliar de Buenos Aires y a Marchioni como sacerdote recién egresado del seminario platense.
“Lo que Francisco nos está diciendo -señala Marchioni- es volver al mandato de Jesucristo, y que nada de lo humano puede ser ajeno a la Iglesia. Porque Francisco en ningún momento dejó de ser hombre, le gusta el tango, el fútbol y el mate, y eso lo usa para comunicar los valores evangélicos. Y me parece excelente.
El Papa nos está pidiendo salir a la calle, no tener miedo y comunicar a Cristo. Y la gran transformación que nos pide, pasa en primer lugar por el corazón, para transformar a la sociedad. Y cuando dice ´hagan lío’ está diciendo eso, como lo pedía Jesús, ´anuncien estos valores desde el techo de las casas´. Lío es salir a la calle, anunciar el tesoro que tenemos en nuestro corazón, salir del encierro, iluminar los rincones de la oscuridad.
El Papa Francisco es un gran comunicador, y de alguna manera representa la continuidad de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, aunque con otro estilo. Tiene una impronta bien ítalo-argentina, y la utiliza muy bien para transmitir los valores evangélicos, que en definitiva es volver al mandato de Jesucristo, como cuando decía eso de a los más necesitados dénles ustedes mismos de comer”.