El comentario surgió rápido y se empezó a alimentar a medida que pasaban los minutos. Según lo que empezaron a decir algunos testigos, “el conductor le pidió el auto prestado a un amigo y no quiso que lo encontrara cuando fuera a ver qué había pasado”.
Y lo que ocurrió fue que la persona que manejaba “aparentemente no dominaba bien el vehículo”, de acuerdo a la especulación de un oficial. La imagen tal vez le daba la razón: un Peugeot 207 quedó volcado y atascado en una zanja, a metros de 3 y 94.
“Por lo visto, el auto iba a una velocidad importante, el conductor perdió el control, derrapó unos diez metros y dio un tumbo cuando cayó al canal de agua paralelo a la calle”, relató una fuente. Algunos vecinos salieron a la calle, con temor de que hubiera algún herido grave. Pero nada de eso pasó, sino que el hombre que iba al volante habría resultado ileso.
“Estaba tan enojado por el accidente que se fue de ahí solo, dejó el auto con todas sus pertenencias y nadie se acercó a reclamarlo”, enfatizaron las mismas fuentes. El lugar se pobló más tarde de policías y bomberos que intervinieron para retirar el auto del zanjón.
Hasta Defensa Civil fue convocada para colaborar en el operativo. Así terminaba un procedimiento curioso para los uniformados, que normalizaron rápido el ritmo del barrio. Aunque los que continuaron, escurridizos y constantes, fueron los comentarios y hasta algunos chistes en referencia al hombre que aparentemente le prestó el auto al amigo y lo recuperó chocado.