Demostración de Fe por las calles de Villa Elvira

Los vecinos de Villa Elvira participaron ayer de las misas y la tradicional procesión por Medalla Milagrosa, desde la parroquia de 75 entre 6 y 7, y por las calles del barrio. La devoción por Medalla Milagrosa lleva numerosos años y cada 27 de noviembre se realizan actividades alusivas.
 Se conmemora la aparición de la Virgen a Santa Catalina Labouré. La imagen que vio Santa Catalina es la impresa en millones de medallas y estampas:
FERVOR CATÓLICO. CIENTOS DE FILES PARTICIPARON AYER A LA TARDE DE LA PROCESIÓN POR MEDALLA MILAGROSA POR LAS CALLES DE VILLA ELVIRA DESDE LA PARROQUIA DE CALLE 75 ENTRE 6 Y 7
 La Virgen vestida de blanco con sus palmas abiertas y rayos de luz saliendo de sus dedos hacia la tierra, junto a Ella, un globo luciente con la cruz encima. 
El 27 de noviembre es considerada la fecha litúrgica de la Virgen de la Medalla Milagrosa y entre los fieles es una tradición homenajearla con una procesión presidida por la imagen a la que se reza, se canta y se le arrojan pétalos. La figura se erguía sobre un pedestal formado por una corona de laureles y claveles blancos y amarillos. 
Las campanadas repicaron en el momento preciso en el que los feligreses comenzaron la caminata. Además una sucesión de oraciones acompañaron la marcha, mientras los vecinos se asomaban desde sus casas para participar de un ritual que ya es habitual para esta fecha en las calles de Villa Elvira.
 El sol del atardecer acompañó a los fieles, quienes en gran número concurrieron al templo para la procesión y la misa central que siempre tiene lugar luego del recorrido por el barrio. Por la mañana y las primeras horas de la tarde también hubo misas alusivas. 
En 1830, en pleno centro de París, la novicia Catalina Labouré, perteneciente a la Compañía de las Religiosas Hijas de la Caridad, fue despertada por un niño que le indicó que fuera a la capilla. Allí la Virgen confió un mensaje salvador para todos los que con confianza y fervor lo aceptaran y practicaran. “Venid a los pies de este altar: aquí se distribuirán las gracias a todos cuantos pidan con fervor”, le dijo. La segunda aparición fue el 27 de noviembre. 
En esa oportunidad la Virgen le aseguró a la monja que la Medalla Milagrosa sería un instrumento de su incansable bondad con todos los pecadores y fieles. En Tolosa, donde también hay una capilla de Medalla Milagrosa, se realizó una festividad similar.