En un taller con varios autos, que se haya desatado un incendio y sólo haya habido un solo quemado con lesiones leves, significó para vecinos y policías que “fue una desgracia con suerte”. Alrededor de las 11 de la mañana de ayer, un empleado del dueño de un taller mecánico de 1 entre 76 y 77 habría hecho una mala maniobra.
“Estaba trabajando con la máquina de soldar y un chispazo encendió una sustancia combustible que había cerca”, dijo un vocero policial. El foco de fuego asustó a todos. El dueño del taller “intentó sacar los autos para que no se incendiara todo”, contó una vecina, respecto de una intención que resultó muy complicada por los nervios. Un muchacho de 20 años, identificado como Ignacio Cuello, fue la única víctima que dejó este episodio.
Tan rápido como pudieron, lo llevaron en un vehículo particular al hospital San Martín. La última información sobre su estado daba cuenta de que el joven aún seguía internado. Su cuadro “no era para preocuparse”, dijo una fuente, pero de todas maneras debió ser monitoreado porque además de quemaduras en una mano, el muchacho también se intoxicó cuando inhaló algunos gases. Parte de la fachada del taller quedó renegrida después del incendio.
Durante la tarde no hubo atención al público y los únicos que pudieron contarle algo a este medio fueron algunos vecinos. “Estábamos con mi hija y mi nieta. Cerramos el local ni bien pudimos por el susto que nos llevamos”, remarcó la dueña de una peluquería que funciona al lado.
“Estaba trabajando con la máquina de soldar y un chispazo encendió una sustancia combustible que había cerca”, dijo un vocero policial. El foco de fuego asustó a todos. El dueño del taller “intentó sacar los autos para que no se incendiara todo”, contó una vecina, respecto de una intención que resultó muy complicada por los nervios. Un muchacho de 20 años, identificado como Ignacio Cuello, fue la única víctima que dejó este episodio.
Tan rápido como pudieron, lo llevaron en un vehículo particular al hospital San Martín. La última información sobre su estado daba cuenta de que el joven aún seguía internado. Su cuadro “no era para preocuparse”, dijo una fuente, pero de todas maneras debió ser monitoreado porque además de quemaduras en una mano, el muchacho también se intoxicó cuando inhaló algunos gases. Parte de la fachada del taller quedó renegrida después del incendio.
Durante la tarde no hubo atención al público y los únicos que pudieron contarle algo a este medio fueron algunos vecinos. “Estábamos con mi hija y mi nieta. Cerramos el local ni bien pudimos por el susto que nos llevamos”, remarcó la dueña de una peluquería que funciona al lado.