“Desde un principio, mi objetivo fue no llevarme materias”. Abigail Sabrina González Nuñez cuenta que así se dispuso, hace 7 años, para iniciar el largo camino de la escuela secundaria en la Técnica Nº 5 de Villa Elvira. Y cumplió su objetivo, pero con creces: en pocos días egresará de la institución como abanderada, con un promedio general de 9,31. Y se viene la universidad, una etapa en la que la joven de 18 años tiene puestas grandes expectativas.
“Voy a estudiar ingeniería en sistemas de información en la UTN, una carrera que me encanta”, enfatiza, y dice que ahora su meta es llegar al título en tiempo y forma para poder trabajar e independizarse. Abigail sabe lo que es llevar la bandera nacional. “Fui abanderada varias veces en la primaria, que hice en la Escuela N° 58, en 17 y 71”, comenta. Y en la Técnica 5, donde siguió la especialidad en informática, continuó ese camino.
No le costó -dice- porque “en verdad me gusta mucho estudiar; en ese sentido salí a mi mamá Sandra, que es profesora en un instituto bíblico y se la pasa estudiando”, comenta la joven, para recordar que “hizo hasta tercer año de ingeniería química, pero no pudo seguir por diversas causas”, señala, sin ocultar cierta admiración por su madre. La mejor alumna de la Técnica de Villa Elvira, quien comparte sus días con Sandra, con su papá Orlando, que trabaja en la Petroquímica, y con su hermana Priscila (19), estudiante de Diseño en Comunicación Visual en la facultad de Bellas Artes, describe a su hogar como una enorme biblioteca. Ríe y asegura que “mi casa está repleta de libros; recuerdo que al empezar el colegio tuve que llenar una ficha y detallar la cantidad de libros que tenía y nadie me creía”, relata Abigail, aunque ya perdió la cuenta porque se siguieron sumando.
Por supuesto que, habiendo crecido en ese ambiente, la lectura es algo natural para ella. “Me gusta leer, pero en papel, no en la computadora”, resalta. Afirma que no es muy amiga de las redes sociales y tampoco de la TV. “Sí, en cambio, me encantan algunos juegos on line”, señala. Se autodefine como muy casera. “Con mis amigas nos juntamos en casas, no somos de salir a bailar”, apunta. Casera y familiera. “Todos los sábados y domingos vamos a la iglesia los cuatro, mis padres, mi hermana y yo, que voy desde que estaba en la panza. Los sábados tenemos actividades por la tarde y los domingos por la mañana”, cuenta. Ahora, para Abigail llega la facultad. Está confiada, porque dice que tuvo muy buenos profesores y que se siente preparada. Y, acostumbrada a cumplir con lo que se propone, se pondrá nuevos objetivos.
“Voy a estudiar ingeniería en sistemas de información en la UTN, una carrera que me encanta”, enfatiza, y dice que ahora su meta es llegar al título en tiempo y forma para poder trabajar e independizarse. Abigail sabe lo que es llevar la bandera nacional. “Fui abanderada varias veces en la primaria, que hice en la Escuela N° 58, en 17 y 71”, comenta. Y en la Técnica 5, donde siguió la especialidad en informática, continuó ese camino.
No le costó -dice- porque “en verdad me gusta mucho estudiar; en ese sentido salí a mi mamá Sandra, que es profesora en un instituto bíblico y se la pasa estudiando”, comenta la joven, para recordar que “hizo hasta tercer año de ingeniería química, pero no pudo seguir por diversas causas”, señala, sin ocultar cierta admiración por su madre. La mejor alumna de la Técnica de Villa Elvira, quien comparte sus días con Sandra, con su papá Orlando, que trabaja en la Petroquímica, y con su hermana Priscila (19), estudiante de Diseño en Comunicación Visual en la facultad de Bellas Artes, describe a su hogar como una enorme biblioteca. Ríe y asegura que “mi casa está repleta de libros; recuerdo que al empezar el colegio tuve que llenar una ficha y detallar la cantidad de libros que tenía y nadie me creía”, relata Abigail, aunque ya perdió la cuenta porque se siguieron sumando.
Por supuesto que, habiendo crecido en ese ambiente, la lectura es algo natural para ella. “Me gusta leer, pero en papel, no en la computadora”, resalta. Afirma que no es muy amiga de las redes sociales y tampoco de la TV. “Sí, en cambio, me encantan algunos juegos on line”, señala. Se autodefine como muy casera. “Con mis amigas nos juntamos en casas, no somos de salir a bailar”, apunta. Casera y familiera. “Todos los sábados y domingos vamos a la iglesia los cuatro, mis padres, mi hermana y yo, que voy desde que estaba en la panza. Los sábados tenemos actividades por la tarde y los domingos por la mañana”, cuenta. Ahora, para Abigail llega la facultad. Está confiada, porque dice que tuvo muy buenos profesores y que se siente preparada. Y, acostumbrada a cumplir con lo que se propone, se pondrá nuevos objetivos.