Alumnos y docentes de dos escuelas técnicas ayudan a un jardín de infantes a completar su equipamiento, brindarle medidas de seguridad y a un hogar para discapacitados le repararon el equipo de agua que les permitió ahorrar cerca de 5.000 pesos. Claudio Di Franco es Jefe del Taller de la Escuela Técnica Nº 5 de Villa Elvira y coordina un grupo de 30 alumnos de las especialidades de electromecánica, construcciones y ciclo básico que realizan distintas actividades para dotar de equipamiento lúdico, pedagógico y de seguridad al Jardín 981 de 120 y 524.
En esta oportunidad, los alumnos de 6º 1ra. realizaron un enrejado de protección del Jardín de Infantes con caños elaborados en el taller la escuela técnica de 76 entre 7 y 8 para que los alumnos de la primaria no se crucen al establecimiento de enseñanza inicial. Según se pudo saber, las autoridades de la Técnica 5 y del Jardín 981 firmaron un convenio de colaboración para que los alumnos puedan realizar trabajos en los talleres del colegio secundario de Villa Elvira y se los entreguen a los alumnos del jardín de infantes.
Además de las rejas, ya realizaron un relevamiento de las carencias que tiene el jardín, están fabricando puertas de madera para cada salita, elaboran juguetes vinculados a la enseñanza de los colores primarios y están armando un carrito para trasladar las tazas, jarras, pavas y alimentos para la merienda de los pequeños alumnos. Por otra parte, los alumnos de la Técnica 8 de Tolosa, colaboraron con el hogar Granja Esperanza, reparándole las bombas de agua para que los once pacientes alojados en el hogar de Gorina puedan tener agua con normalidad.
Bajo la tutela del docente Carlos Winsch, alumnos del colegio de 526 entre 7 y 8 repararon una bomba sumergible que el hogar había comprado para mejorar el sistema de agua del establecimiento de asistencia a discapacitados de diferentes edades y que la empresa no le reconocía la garantía, por lo cual debían desembolsar entre 4.500 y 5.000 pesos para poder tener el servicio de agua con normalidad.
La docente Alejandra Núñez, que trabaja en ambos lugares, contactó a las dos partes, de inmediato se pusieron de acuerdo y los estudiantes en sus horas de clases de taller repararon el sistema y luego hicieron la instalación, en un gesto que fue calificado como “maravilloso y emotivamente solidario”, por parte de la presidenta del hogar, Silvia Roso